Participación de la sociedad y de la iniciativa privada para establecer la paz, propone especialista

La falta de sentido de comunidad es lo que provoca la violencia, considera el maestro en Políticas Públicas Antonio Rojas

Morelia, Michoacán a 3 de diciembre de 2017.- Una integración de la sociedad que incida en el sentido de pertenencia en la comunidad es parte de la propuesta del maestro en Políticas Públicas Antonio Rojas Ávila, que ha trabajado en conjunto con el economista Odón García y presentó en el Segundo Encuentro Internacional de Gobierno y Políticas Públicas “Una nueva estrategia de desarrollo para México” que organizó el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

La inseguridad jurídica, la impunidad, la desigualdad social y la pobreza anulan la posibilidad de que los ciudadanos actúen en colectivo, explicó en su ponencia Rojas, y esto parte de un sentimiento de miedo y aislamiento, que es a su vez lo que provoca las conductas violentas. “La agresividad y la corrupción responden al miedo y el aislamiento”, apuntó Rojas Ávila.

Las políticas públicas actuales se enfocan únicamente en el combate, o bien son de corte asistencialista pero no van hacia la causa del problema. “Las actuales políticas que llevan el nombre de paz pero son de seguridad”, observó el politólogo y agregó “la praxis de la política pública en México no tiene que ver con cómo está planeada. En la práctica no se da, no es vinculante. Hay reglamentos y metodología, pero no es vinculante”.

Esto se suma a que a pesar de tener los programas objetivos y metodología, no existe un sistema efectivo de evaluación y no son vinculantes.

En grupos de discusión que llevaron a cabo los investigadores se llegó a la conclusión de que la gente tiene la percepción de que la violencia se origina por la particularización de los intereses. La mente colectiva, que ellos denominan interacción intersubjetiva, se ve afectada por cuatro elementos: delincuencia e impunidad, un Estado impositor, atomización de intereses y la competencia racional, que tiene que ver con cuestiones económicas.

Rojas Ávila expuso que la estrategia del crimen organizado ha sido y sigue siendo territorial y advirtió que se irá desplazando hacia Morelia, lo cual ya está sucediendo, debido a que las células dominantes “aparentemente incomunicadas” ya comenzaron a desplazarse. Por ello, lo que él propone en su estudio es “una invasión territorial progresiva de la paz para recuperar el territorio en vez de combatir la violencia con más violencia”.

Esto se lograría con estrategias territoriales participativas e donde la sociedad fuera un protagonista, que se vincule a todos los sectores de la sociedad, como la academia y las empresas, formando una especie de red y se instituyan políticas públicas a través del sentido de pertenencia del territorio, así como una autoevaluación participativa, en donde sean los mismos actores los que evalúen al gobierno. “La lógica de interacción de estas metodologías es inversa a la violencia. Integración y articulación para combatir la desintegración y el aislamiento”, explicó.

La metodología que se aplique debe ser adaptable a los territorios específicos, agregó Rojas, para lo cual un avance representa el presupuesto basado en resultados y el Plan Nacional de Desarrollo, puesto que permiten medir los resultados con indicadores concretos.