Respetar el derecho a la privacidad implica también el respeto en el ámbito familiar, en el hogar, en su correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación, o de agresiones ilícitas contra su honor y su reputación.
Las personas con discapacidad no deben ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, pues con ello se atenta a su derecho a la privacidad, recalcó Víctor Zurita Ortiz, presidente de la Comisión Especial de Atención a Personas con Discapacidad de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado integrante del Grupo Parlamentario de Morena subrayó que el respetar el derecho a la privacidad implica también el respeto en el ámbito familiar, en el hogar, en su correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación, o de agresiones ilícitas contra su honor y su reputación.
“Debemos recordar que la privacidad se relaciona con el ámbito de la vida personal de un individuo, quien se desarrolla en un espacio reservado, el cual tiene como propósito principal mantenerse confidencial”.
Víctor Zurita puntualizó que la violación de la privacidad de las personas con discapacidad puede conducirlas al destierro social y a la discriminación, afectando con ello sus derechos más elementales.
“Por ello es fundamental que el Estado Mexicano asuma de manera plena su obligación de promover y garantizar los principios de accesibilidad e inclusión, así como el desarrollo integral de las personas con discapacidad”.
Refirió que, en materia laboral, el respeto a la privacidad de las personas con discapacidad resulta de especial relevancia, porque a menudo su contratación en los empleos depende de la información a la que pueda acceder el empleador.
“El enfoque multidisciplinario y transversal de las políticas públicas, que propicien la inclusión en el ámbito político, económico, social, educativo, cultural y urbano de las personas con discapacidad, parte claramente del reconocimiento a sus derechos, y uno de ellos, con relevancia mayúscula es el derecho a la privacidad”, recalcó.