Nueve de cada 10 militantes desconocen el protocolo para la atención de violencia política de género, lo que habla de la gravedad del problema; siete de cada 10 desconocen que exista ese protocolo: ECAS
Morelia, Michoacán a 31 de mayo de 2018.- A 27 días de que concluya el periodo de campañas que inició hace dos meses para cargos federales y hace dos semanas para puestos locales de representación popular, fue presentada la Guía para Denunciar la Violencia Política contra las Mujeres que se viene trabajando desde enero pero que apenas podrá dar acompañamiento a mujeres violentadas hasta la última quincena del proceso.
Se trata de un esfuerzo impulsado por la asociación civil Escuela Campesina de Acción Solidaria (ECAS) junto al Institutito Nacional Electoral (INE) y el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) por dar herramientas a las mujeres y detallar el proceso que se debe seguir si se consideran víctimas de violencia política de género.
Durante ese tiempo, y contando el proceso electoral que en realidad arrancó desde septiembre pasado, al menos dos mujeres han sido asesinadas en el contexto electoral, una de ellas candidata, la del Partido Verde por el Distrito de Múgica, y una más, la de Morena-PT por el Ayuntamiento de Álvaro Obregón, ha sufrido un secuestro y aún no se define si continúa en la contienda o será reemplazada.
Detalló Ana Luisa Barajas Pérez, integrante de ECAS, que en el actual proceso electoral 20 denuncias por violencia política de género se han presentado, pero sólo cinco de ellas fueron interpuestas por mujeres, de acuerdo a datos de la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales (Fepade).
“Es lamentable que en el presente proceso electoral tengamos registro de tres asesinatos (sic) de mujeres que participaban en el proceso electoral hasta ahora documentados, y una candidata secuestrada”, señaló Ana Luisa Barajas
Abundó la especialista que existe una naturalización de la violencia política de género en los partidos políticos, donde hay un desconocimiento del protocolo de atención a la violencia y se propician diversas formas de violencia simbólica que muchas veces los Tribunales no saben identificar.
