Amar es una decisión

Por: Hilda Mesh

Aunque muchxs coinciden con dicha afirmación, no hay que descartar que existen un número de personas que aún creen que el amor es algo que sucede sin poder controlarlo, como una suerte de hechizo que los envuelve sin escapatoria. 

Todos en algún momento nos hemos visto atraídos por alguien sin ni siquiera proponérselo, quizás la química, el físico, la personalidad atrapa nuestro interés y sentidos. 

Ahora bien, si somos sincerxs, no todo mundo logra ese efecto en nosotros. Quizás aquí se pierde un poco el control, pero el camino que viene a continuación, bien que lo podemos manejar de una manera consciente, es decir, es necesario determinar si ese SER humano nos conviene y aunque algunos nos cuestionen “la conveniencia”, en materia emocional es importante ELEGIR con quién involucrarnos, para que el trayecto esté más lleno de satisfacciones que de frustraciones. 

Pero, ¿cómo puedo controlar lo que siento? 

Con INTELIGENCIA y me explico, esa persona que te gusta despierta una “ilusión” especial, ese efecto se puede alimentar o cortar en función a lo que te viene bien y no solo me refiero a lo sexual, que si bien es un tópico importantísimo, solo corresponde a una sola base de la relación, entre otros factores que sostienen el vínculo de una pareja consolidada en el amor. En otras palabras, entre la atracción, enamorarse y amar, hay varios escalones en cada fase. 

El amor no surge de la noche a la mañana y ni tampoco el desamor, en ambos casos surge un proceso que involucra sentimientos, pensamientos, conciencia, toma de decisiones y acciones. Si la mayoría de nosotros hemos logrado retornar de una relación disfuncional, habiendo amado y la vida sabiamente a seguido su curso, ¿cómo es posible que no puedas salirte de una simple atracción?

Considero que el amor viene de la mano con la madurez, es por eso que a una determinada edad somos más selectivos y pacientes en la elección de la pareja, es Justo aquí cuando logramos diferenciar entre el huracán que nos despierta la pasión a la calma y la estabilidad que nos ofrece el amor. 

En definitiva, ten presente, qué tipo de pareja quieres en tu vida, construye un perfil mental, considerando lo físico, emocional, sexual, estado civil, inteligencia, nivel de educación, valores… y mantente firme y decididx en concretarlo en tu vida. Es posible en algunos puntos “flexibilizar”, lo que no es conveniente es bajar tus estándares por personas espejismos. 

Hilda Mesa 

Psic. Clínica y Psicoterapeuta 

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