El cerebro de una niño necesita emocionarse para aprender

Una investigación sobre la actividad cerebral arrojó como resultado, que la actividad cerebral de un estudiante cuando atendía una clase, era la misma que cuando veía la televisión, es decir, prácticamente nula. 

Todas las investigaciones de la Neurociencia nos hablan, de que “El cerebro necesita emocionarse para aprender”. A los docentes ya no les basta con dar clases comunes donde el/la niñx es un ente pasivo. Y a los padres no les basta con sentarlos a hacer tareas solos, deben haber otros elementos involucrados. 

Para la adquisición de nuevos conocimientos, el cerebro tiende a procesar los datos desde el hemisferio derecho, que está más relacionado con la intuición, imágenes y creatividad. El procesamiento lingüístico ya no es el protagonista, lo que quiere decir que una enseñanza a través de una charla únicamente no será tan eficaz.

¿Cuáles serían las formas para estimular el cerebro y que aprenda desde la emoción de lo que percibe? 

• La visión del aprendizaje siempre tiene que estar ligada a aspectos divertidos y positivos. No a llantos ni maltratos. 
• Crear un ambiente visualmente emocionante. De colores, un ambiente de armonía. No tienes que tener juguetes caros, se puede ser muy creativo con poco.
• Los gestos faciales y corporales ayudan mucho. Por ejemplo, relacionar el nombre de los objetos y las cosas con sonidos, hacer lo mismo con animales, etc. 
• Los mapas mentales divertidos, con dibujos muy explicativos sirven de mucho para que el/la niñx aprenda. De hecho no es solo para que lo utilicen los docentes, los padres también pueden diseñar un mapa mental para su hijx en relación a algo que quieran que el/la niñx aprenda: como ir al baño, como se debe comer en la mesa, como recoger los juguetes. Y pegar estos mapas mentales en lugares estratégicos. 
• Para el docente, puede utilizar videos tutoriales que luego se lleven a debate u exposiciones del tema. 
• Y otro elemento súper importante es el TRABAJO COLABORATIVO, también llamado como aprendizaje cooperativo. El cerebro es un órgano social y aprende haciendo cosas con otras personas. 

Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria.

Hilda Mesa 

PSICOTERAPEUTA 

FB/ HildaMesh