Hipocondríaco: Cuando la enfermedad está en la mente

Este trastorno se describe como la preocupación y miedo a padecer una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación o signo físico o corporal. 

Enfermo imaginario se le puede llamar al que “nos parece” que sufre sin tener enfermedad. Pero la realidad es muy distinta, ya que sólo es imaginaria para quienes le rodean, porque él bien que se sabe y se siente enfermo. Y esa consciencia anómala de enfermedad es lo realmente enfermizo.

Entre el 4-6% de los pacientes que acude a consultar en los Centros de Atención Primaria son hipocondríacos, sin diferencia entre hombres o mujeres.

La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.

Por lo general son personas que acuden al doctor por diferentes dolencias que según su interpretación subjetiva, son dolencias graves que pueden provocar la muerte. Ya sea un dolor de cabeza, un lunar nuevo, tos o cualquier signo. 

El paciente hipocondríaco suele ser tratado en la vida social y familiar con cierto desprecio, en razón de sus muy reiteradas demandas y del liviano concepto que del padecimiento suele tenerse. Que no se encuentren causas físicas que lo expliquen no justifica actitudes de “usted no tiene nada”, pues la incomprensión de médicos y familiares no hace más que agravar el sufrimiento del paciente.

Por otro lado, debemos pactar con el paciente que el origen de su malestar no deriva de una enfermedad física, sino de un trastorno psicológico y que en su abordaje se deberán centrar todos los esfuerzos. El papel de los familiares es crucial. Los fármacos pueden ayudar en ocasiones, sobre todo, en el control de la ansiedad, depresión o conductas obsesivas.

¿Por qué una persona llega a ser hipocondríaca? 

Porque la persona realiza una interpretación catastrófica de los signos corporales que se presenta. Hay investigaciones que describen que los antecedentes provienen de dinámicas familiares con alta prevalencia a trastornos de la ansiedad.

La ansiedad comienza por el temor a la muerte, por lo que también puede dispararse luego de la pérdida de una persona significativa por alguna enfermedad grave. 

¿Qué hacer ante este Trastorno? 

Lo primero es que jamás se debe decirle a la persona que lo que siente es falso o no existe. De hecho, sí existe, solo que la causa no es física sino psicológica. 

Por lo que es importante que la persona acuda a terapia con UNX PSICÓLOGX CLÍNICX para la realización del diagnóstico y posterior iniciar un proceso psicoterapéutico. 

Hilda Mesa 

PSICOTERAPEUTA 

FB/ HildaMesh 

Email: mhmh2882@gmail.com