México confirma estancamiento PIB 1er año

Economía Nacional e Internacional Principal

López Obrador, revive debate recesión


La economía mexicana confirmó el mal paso que tuvo a lo largo del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mismo que la llevó a sufrir su primera contracción en una década e incluso puso sobre la mesa nuevamente el debate de si el país atravesaba o no una recesión.

     El producto interno bruto nacional tuvo una contracción de 0.1% entre octubre y diciembre frente a los tres meses previos, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

     El resultado igualó lo esperado por los analistas consultados por la agencia de noticias Infosel, quienes esperaban una caída del PIB de 0.1% en su comparación trimestral desestacionalizada.

     El resultado, sin embargo, fue negativo al implicar un ajuste a la baja con respecto al reporte preliminar publicado hace un mes por Inegi, como también se conoce al organismo responsable de recabar la información económica y social en México, que había indicado que la economía no tuvo variación en el último trimestre.

      De esta manera, el país sumó su cuarta contracción seguida, lo que para muchos despierta preocupación y pone en perspectiva lo difícil que será para el gobierno de López Obrador el superar el estancamiento.

      “El informe del PIB confirma nuestra opinión de que la economía carece de impulso en todos los ámbitos”, escribieron Francisco Sedano y Lucas Almeida, economistas con el banco estadounidense Morgan Stanley, en un reporte donde anunciaron un recorte a su pronóstico de crecimiento para este año. “Con el aumento de los riesgos externos y la incertidumbre de la política interna que afecta las decisiones de inversión y contratación, creemos que México está listo para otro año de crecimiento débil en 2020”.

     De esta manera, la economía mexicana sufrió una contracción acumulada a lo largo del año pasado de 0.1% frente a 2018, lo que confirmó el primer descalabro en materia económica desde el año 2009, cuando el PIB nacional se contrajo 5% como resultado de la crisis económica global surgida entre 2007 y 2008 en Estados Unidos.

     Por tipo de actividad, el sector primario tuvo una contracción de 1.1% trimestre contra trimestre, mientras que las actividades industriales retrocedieron 1.2%.     Por el contrario, los servicios crecieron 0.2%, algo que no fue suficiente para superar la debilidad, dijo Inegi.

     “El crecimiento a fines de 2019 terminó en un tono ligeramente mejor, pero mostró disparidades crecientes entre sectores”, escribieron Andrea Casaverde y Rafael de la Fuente, economistas con el banco de origen suizo UBS, en un reporte. “Mientras que las industrias relacionadas con la inversión (como la manufactura y la construcción) muestran una debilidad continua, los sectores relacionados con el consumo son más resistentes y sostienen en gran medida el crecimiento del PIB mexicano”.

     Los ajustes a la baja realizados por Inegi en su reporte del PIB revivieron un viejo debate de si México está o no en una recesión económica, definida con base en una supuesta regla del National Bureau of Economic Research de Estados Unidos, que sugiere que dos trimestres seguidos de contracción en su serie desestacionalizada son señal de recesión.

     Eso sin embargo es disputado para algunos especialistas acá, como el economista Jonathan Heath, uno de los cuatro subgobernadores de Banco de México, que ha defendido que no se puede señalar una recesión mientras no haya una caída generalizada de la actividad. Algo que por ahora no se observa en México.

     “Una recesión tiene tres características esenciales: duración, difusión y profundidad.”, escribió el subgobernador, quien escribió en 2011 un libro titulado Lo que indican los indicadores, en su cuenta personal de Twitter. “Con 4 trimestres al hilo se confirma “duración” (mínimo 2). Sin embargo, las cuatro tasas son de apenas -0.1% cada uno, lo cual no califica para el criterio de “profundidad” . . .Tampoco se cumple con el criterio de “difusión” (es decir, que la caída sea generalizada, ya que mientras sí hay sectores con caídas (como construcción), todavía hay muchos sectores con crecimiento positivo (como manufactura y comercio)”.

     Al comparar el desempeño del último trimestre frente al cierre del año anterior, México tuvo una contracción de 0.4% con respecto al cuarto trimestre de 2018, su tercer periodo seguido de caídas en cifras sin ajuste estacional de Inegi.

    En su reporte preliminar, las autoridades habían informado de una caída de 0.3% anual original.

     El desempeño anual del PIB de México en el tercer trimestre igualó lo esperado por los economistas encuestados, quienes anticipaban una caída de 0.4% de la economía nacional entre octubre y diciembre frente al mismo lapso de 2018.

     El mayor reto de las autoridades será conseguir que la actividad económica se acelere, en un entorno externo que podría ser más adverso que el del año pasado por la aparición de nuevos riesgos como el brote de un nuevo tipo de coronavirus denominado covid-19, en China.

     Los “sectores relacionados con el gasto público deberían dejar de contraerse, ya que el gobierno generalmente despliega el presupuesto de manera más efectiva después del primer año de un mandato presidencial”, escribió Sonia Flores, economista con el área de Banca Corporativa con BBVA México, en un reporte. “Por lo tanto, esperamos que la economía crezca entre 1.0 y 1.5% anual, sin embargo, el equilibrio del riesgo se inclina a la baja en el contexto de una desaceleración de la economía mundial en medio del brote de covid-19”.

     El consenso de los analistas encuestados por el banco mexicano Citibanamex ajustó a la baja su previsión para el crecimiento económico de México en 2020, de 1.0 a 0.9%, en su más reciente sondeo levantado con expertos de bancos y casas de bolsa del sector privado.