Hay tratamientos de fertilidad en que se fecundan óvulos de manera artificial y después se descartan. ¿Qué piensa de esto la Iglesia?
Ni todas las circunstancias en que muere un feto son rechazadas por la Iglesia ni tampoco todos los tratamientos para procrear son aceptados, aclaró el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Esto en el marco de una rueda de prensa en donde el líder religioso hizo un llamado a la paz y civilidad a los actores que llevan a cabo la discusión de la iniciativa sobre la interrupción legal del embarazo. Es decir, tanto a los diputados locales como a los grupos pro vida y los que apoyan la iniciativa.
Carlos Garfias abundó que para la Iglesia Católica un ser humano lo es desde el momento en que un óvulo es fecundado, por lo que rechaza cualquier procedimiento médico que involucre sacrificar esa vida, así sea por salvar otra.
“Cuando es por cuidar la salud, cuando es por buscar la fertilidad, cuando no es dañando a otro ser, cuando no es agrediendo a una persona ya viva, la Iglesia lo acepta, pero cuando haya agresión, cuando haya muerte, cuando haya descalificación por beneficiar a otro, la Iglesia lo rechaza”, argumentó.
Esto involucra no sólo la interrupción de un embarazo, sino algunos de los procedimientos de fertilidad, aunque no todos.
“Hay algunas que son muy válidas y éticamente hablando, la Iglesia las acepta y otras son recriminables porque están suponiendo matar la vida para buscar otra vida”, explicó el arzobispo.
En este mismo sentido, la Iglesia tampoco está de acuerdo con la interrupción del embarazo se realice cuando corre riesgo la vida de la mujer gestante, lo que sí se permite legalmente en Michoacán.
“Si expresamente se mata al feto para salvara la madre, la Iglesia no lo acepta”, sintetizó.
En cuanto a la iniciativa que se discute en el Congreso, Carlos Garfias manifestó que no hay un intento de la Iglesia de cabildear con los diputados o buscar acuerdos, al menos hasta ahora, pero sí una solicitud de que se escuche a todos los sectores de la población y todos los sectores.
Si bien el arzobispo dejó en claro que por parte de la Arquidiócesis no hay una intervención directa sino un llamado a que los grupos a favor y en contra no se confronten, el coordinador de la Pastoral de la Familia, Francisco Chávez, aceptó que hay grupos provida que forman parte de esta pastoral y que están por lo tanto respaldados por la Arquidiócesis.
Este respaldo sin embargo, acotó el arzobispo, se manifiesta en capacitaciones sobre alternativas de paternidad responsable, Método Billings, acompañamiento médico y atención a mujeres embarazadas.
Agregó que la Iglesia también se opone a la subrogación del vientre, por considerar que es una forma de explotación, a la eutanasia y de las familias que no tengan un papá y una mamá.
Con esto último, la Iglesia estaría excluyendo al menos al 28 por ciento de las familias en Michoacán, ya que es el porcentaje de familias monoparentales en la entidad. Es decir, en donde la madre es jefa de familia y el padre permanece ausente.
