- Cualquiera podría consultarlo y sería un impedimento para contraer matrimonio.
Morelia, Michoacán a 29 de mayo de 2019.- Michoacán contará con un padrón de deudores alimentarios que implicaría que quien se encuentre él, no pueda contraer matrimonio, aspirar a un cargo de elección popular, solicitar préstamos o arrendamientos, si se aprueba la iniciativa que presentó el diputado independiente Erik Juárez Blanquet.
“Es la mejor iniciativa que he presentado en mi carrera legislativa”, consideró el legislador, tomando en cuenta que “la alimentación de los hijos está por encima de cualquier derecho”.
Contar con un registro estatal de deudores alimentarios morosos, como lo tienen otros países, “va a servir a todas aquellas que se quieran echar el tirito de contraer nupcias”, ya que cualquiera podría consultarlo, pero también implicaría sanciones que van desde no tener acceso a ningún crédito, ningún contrato de arrendamiento o de prestación de servicios con ninguna entidad pública ni municipal ni estatal y para contraer matrimonio sería un requisito contar con un certificado de que no son morosos.
También sancionaría a los funcionarios públicos que empleen a deudores alimentarios y no lo hagan saber al juez que corresponda y no dejaría sin efecto las sanciones que deriven de sentencias por incumplimiento. Este padrón sería electrónico y lo manejaría una unidad específica en el Poder Judicial.
Juárez Blanquet informó que tan sólo en 2018 se emitieron cinco mil sentencias de pago de alimentos y de éstas sólo se cumplieron dos mil. Adelantó que hará un estudio de los tres mil que no cumplen con su obligación, puesto que tiene la hipótesis de que personas con buen estatus financiero tienden a ser irresponsables con sus hijos.
El diputado ex perredista reconoció que esta medida tendría sus limitaciones, ya que si el deudor decidiera contraer nupcias en otro estado, en sus propias palabras, “ya se salvó” y tampoco podrá evitar que los deudores con un empleo informal sigan escapando de sus responsabilidades, pero al menos logrará acotar la enorme cifra de personas -en su mayoría hombres-, que niegan el derecho a la alimentación a sus propios hijos.
