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2020 podría ser el año más mortal para las mujeres en México: Pablo Navarrete

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  • Si las llamadas a números de emergencia disminuyeron en abril con respecto a marzo, no es porque o haya violencia, sino porque no ha habido respuesta adecuada por parte de las autoridades, consideró el especialista.

Moreli, Michoacán.- Hasta el 21 de mayo 2 mil 57 mujeres han muerto por consecuencia del coronavirus y se estima que mil 548 podrían haber sido asesinadas si se sigue la tendencia del primer trimestre del año, informó Pablo Navarrete Gutiérrez, consultor en Derechos Humanos y Género.

“La violencia machista ha sido más letal que el coronavirus y ocasionó en 35 años más de 60 mil muertes desde 1985”, refirió el especialista, quien es miembro de Amnistía Internacional. Acotó que estos crímenes se cometen cada vez con más saña y se están multiplicando los casos de agresiones con ácido o químicos.

La pandemia afecta de forma diferenciada a hombres y mujeres y hay muchos tipos de mujeres que requieren atención diferenciada, consideró el especialista. Una de las características más importantes del aislamiento es que para un número considerable de mujeres ha significado el confinamiento con sus agresores, que no sólo son sus parejas sentimentales, sino que también pueden ser sus padres, hermanos e incluso hijos.

Desmintió que hayan disminuido las llamadas a servicios de emergencia sino al contrario, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SENSP) se incrementaron en marzo en un 22 por ciento. Esto es, se recibieron 115 mil 614 llamadas al 911.

“Son preocupantes aquellas expresiones que ven como un logro institucional la reducción de llamadas en abril. Es preocupante porque eso habla de que la víctima no tenía las condiciones de seguridad para generar el llamado de auxilio y el agresor estaba generando un mecanismo de control y sometimiento a las víctimas”, expuso.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de la Mujer (Seimujer), en Michoacán se atendió a través de la línea de atención, contención y orientación a 310 mujeres desde que inició el confinamiento, de las cuales 72 por ciento se comunicaron por violencia psicológica, a la que siguen siguen violencia sexual y física con 21 por ciento y económica con siete por ciento.

Navarrete apuntó que si bien no se denuncia la violencia sexual, se da por hecho que ha incrementado en todo el mundo con el confinamiento y la Organización Mundial de la Salud estima que este año habrá cerca de siete millones de embarazos no deseados, ya que las mujeres en aislamiento tienen un menor acceso a métodos anticonceptivos.

“En nuestro país una vez que salgamos del confinamiento se repetirán patrones que se dieron en otros países, donde después de que terminó la cuarentena se dio un repunte importante en las llamadas de auxilio a los teléfonos de emergencia y también después de que terminaron las cuarentenas se incrementaron exponencialmente las solicitudes de divorcio o se concretaron separaciones de parejas que no estaban casadas pero tenían años viviendo juntos”, apuntó Pablo Navarrete.

Ante la emergencia, soluciones más integrales y creativas
La respuesta de las autoridades ante la violencia de género no puede ser la misma que antes de la contingencia, ya que la realidad ha cambiado, señaló Pablo Navarrete, de modo que se requieren soluciones más integrales y creativas.

Entre ellas, expuso que la respuesta institucional no debiera ser canalizar a las víctimas a refugios, que suelen estar saturados, ya que la ley ampara a las mujeres a quedarse en el domicilio y exigir a las autoridades que se retire al agresor y en caso de ser necesario pedir también medidas cautelares, independientemente de quien ostente la propiedad del inmueble.

En el refugio Eréndira del Gobierno del Estado, uno de los únicos que existen en la entidad, se alberga actualmente a 10 mujeres y 14 menores que vivieron situaciones de violencia extrema, además, cerca de 31 mujeres de las que acudieron a Seimujer, se encuentran refugiadas por amigos o familiares.

Otro aspecto, agregó Navarrete, sería investigar todos los casos de asesinato como feminicidios, como marca el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya que de los 964 homicidios que ha habido este año solo 240 se están investigando. Esto es cerca del 25 por ciento. En este caso, señaló, las cifras indicarían una tendencia a la baja en feminicidios, aunque la realidad sea otra.

También es importante que las autoridades no minimizen o nieguen la violencia, señaló Navarrete, ya que hacerlo constituye un mensaje de dos vías, por un lado para los agresores, de permisibilidad institucional y por otro a las víctimas, de desesperanza, lo que inhibe la denuncia.

Por otro lado, recomendó dar seguimiento a los casos que ya fueron denunciados desde antes de la emergencia sanitaria, pero no yendo como autoridades a sus casas a preguntar, porque lo negarán, sino buscando métodos y soluciones más creativas. Habilitar otras vías, como correo electrónico o whatsapp para denunciar cuando se tiene al agresor siempre cerca puede ayudar, reconoció, pero no a todas las mujeres, ya que no todas cuentan con estas herramientas.

“Es importante que no la presionemos y no la juzguemos. Es fundamental que trabajemos los procesos de empoderamiento, de desnormalización y de desnaturalización de la violencia porque han llegado al grado de considerarla normal y que como le toca vivir con el agresor tienen que aguantarse. Nadie tiene que soportar ningún acto de vejación ni de humillación sea o no cuarentena”, concluyó.