Economía, seguridad, programas sociales, proyectos de infraestructura, Adam Smith, los “conservadores”, la libertad de expresión y hasta los invitados ausentes tuvieron cabida en el discurso de Andrés Manuel López Obrador durante la rendición de su Segundo Informe, en donde como ya es costumbre, se omitió la agenda de género.
Ni una sola mención sobre violencia de género o equidad para las mujeres hubo durante la rendición del Segundo Informe de Labores de Presidencia de la República, a pesar de que la violencia contra las mujeres incrementó durante la crisis sanitaria y de que los feminicidios siguen a la alza.
Como ya es costumbre, tanto en los informes que el Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, rinde por ley, como los que decidió ofrecer con motivo de su triunfo electoral, no se mencionó a las mujeres en ningún momento.
Se destacó el avance de los programas sociales, del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, se agradeció a los empresarios que no corrieron a sus empleados durante la contingencia de salud, se recriminó a los invitados que no asistieron, se citó a Adam Smith y a Pablo Neruda, se atacó a los “conservadores”, se enlistaron los autores que reeditará el Fondo de Cultura Económica y hasta se dieron consejos de salud, pero no hubo tiempo para mencionar la lucha por la equidad.
La única mención que se hizo sobre el género femenino fue para destacar que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (CONAPRED) será presidida por una mujer indígena.
El Presidente de la República destacó las metas que han alcanzado los programas sociales federales y aseguró que han sido un factor clave para combatir la crisis generada por la pandemia, ya que siete de cada 10 familias son beneficiarias de estos programas y que se entregan directamente.
Celebró que 19 millones 500 mil empresas no despidieron a sus empleados durnte la crisis saitaria, aunque efatizó que no hubo apoyos ni ayudas para empresas, ya que la fislosofía de su gobierno es ayudar a “los de abajo” para reactivar la economía; aun así, aseguró que la relación con los empresarios es buena.
En temas de economía, el Presidente aseguró que el consumo aumentó un 9 por ciento en agosto, que se crearon 93 mil empleos ese mes -aunque durante la pandemia, mencionó, se perdió un millón– y que el barril de petróleo pasó de 0 a 40 dólares.
Justificó su visita a Washington, aseguró que Trump lo trató con respeto y elogió los paisanos. Reiteró que el T MEC traerá bienestar al país. Aseguró que México mantiene buenas relaciones con todos los países del mundo.
López Obrador consideró pertinente abordar el tema del juicio a ex presidentes e insistió en que no estaría de acuerdo en que se llevara a cabo pero sí en que se haga una consulta para determinarlo.
“He propuesto que las autoridades responsables desahoguen el asunto con absoluta libertad y que de ser necesario se celebre una consulta para conocer la opinión del pueblo. He dicho y reitero que yo votaría por no someterlos a proceso, pues mantengo la postura que sostuve desde mi toma de posesión, según la cual en el terreno de la justicia se puede castigar los errores del pasado pero lo fundamental es evitar los delitos del porvenir”, expresó.
Se dio un momento también para señalar que ni el fiscal general de la República ni el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) asistieron al acto y esto lo atribuyó a que existe una verdadera separación de poderes:
“Miren cómo han cambiado las cosas, invité al fiscal general y al presidente de la Superma Corte y no pudieron asistir. Eso pasaba en otros tiempos, porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres. Eso es la Cuarta Transformación”, señaló.
Por otro lado, aunció que toda la población indígena recibe al menos un tipo de apoyo “para tranquilidad de nuestra conciencia”, que se ha ayudado a un millón de pobres, que se firmó un convenio con los yaquis, que ocho millones de adultos mayores reciben pensión y que 11 millones de “alumnos pobres” han recibido becas.
Aseveró que “por no permitir la corrupción” y por la austeridad republicana se ahorraron 560 mil millones de pesos y subrayó que de 100 compromisos que hizo cuando tomó posesión, ya cumplió 95.
López Obrador comprometió que no habrá intromisión de ningún funcionario público en las elecciones, se dijo víctima de fraude electoral y argumentó que por ello impulsó que éste ya se considerara un delito grave que se castiga con cárcel.
También insistió en que ha sido el presidente más atacado por “los conservadores” después de Francisco I. Madero y eso lo atribuyó a que ya no hay corrupción y a que existe absoluta libertad de expresión.
“Ya se acabó la robadera de los de arriba, pero falta desterrar el bandidaje”, sentenció.
No olvidó invitar a la población a ejercitarse y a no consumir productos chatarra para evitar la obesidad y adelantó que México está participando para obtener una vacuna contra el Covid-19, destaca acuerdo con AstraZeneca, Fundación Carlos Slim y la Universidad de Oxford y que se tiene como meta que haya cobertura de internet en todo el país para el 2021.
