Castigar al culpable no es suficiente para la víctima: Arzobispo

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Las víctimas de violencia o cualquier delito necesitan sanar desde su interior y es en ese proceso interior que la Iglesia ofrece acompañamiento, explicó Carlos Garfias Merlos.

Si bien es importante que se sepa la verdad y se haga justicia, paras las víctimas no basta con que se sancione al culpable de haberles hecho daño, sino que requieren sanación espiritual, expuso el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.

“Todo mundo piensa que si se castiga al culpable con eso se sana la víctima y no es cierto, tenemos que aprender a acompañar psicosocial y espiritualmente y a la parte jurídica le toca que se conozca, que se sepa la verdad, investigar hasta las últimas consecuencias y quien salga culpable que lo castigue la ley”, manifestó el arzobispo.

Esto durante una rueda de prensa en la que se pronunció a nombre de la Iglesia por las muertes de Jessica y Citlali, dos jóvenes que fueron asesinadas la semana pasada.

“Nos duelen estos actos de violecia, en especial los que se cometen contra nuestras hermanas”, expresó el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado mexicano.

Garfias Merlos expuso que la sociedad tiene el compromiso de que las mujeres tengan mejores condiciones de vida, sean escuchadas, respetadas, amadas y tomadas en cuenta para transformar la realidad.

En ese sentido indicó que la Arquidiócesis de Morelia colabora desde dos frentes, por un lado, los centros de escucha a los que puede acudir cualquier persona, hombre o mujer, víctima de violencia, y que cuentan con los Grupos de Apoyo para Mujeres, que son grupos de autoayuda y que tienen la intención de que las asistentes puedan replicar lo aprendido.

Por otro lado, agregó, está el refugio Santa Fe, al que acuden mujeres con sus hijos cuando están viviendo una situación grave de violencia y que hace poco firmó un convenio con la Fiscalía General del Estado (FGE).

El arzobispo explicó que este convenio es para que exista un acompañamiento legal y se pueda hacer justicia, aunque precisó que a la Iglesia no corresponde perseguir y castigar delincuentes, sino ayudar a las personas a sanar, incluyendo a los que hayan cometido actos ilícitos.

“A mí no me toca perseguir al delincuente y castigarlo y es más, si aparece el delincuente y pide perdón yo tengo que atenderlo y ofrecerle el perdón que la Iglesia ofrece”, aclaró.

En cuanto a las víctimas, reiteró que el papel de la Iglesia es bridar acompañamiento para alcanzar el perdón, el cual se logra después de todo un proceso espiritual y emocional para lograr en primer lugar la paz interior, la sanación de la herida espiritual, posteriormente la reconciliación interna y finalmente poder mirar a los ojos a quien agredió.

En la misma rueda de prensa, Carlos Garfias respondió al cuestionamiento sobre la interrupción del embarazo y se reiteró en contra, así como de que las feministas “anden pintarrajeando”.

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