Las familias no denuncian por vergüenza, y cuando lo hacen no se investigan correctamente, lamentan activistas.
Morelia, Michoacán a 18 de marzo de 2018.- Si bien en Michoacán persisten los crímenes de odio por homofobia, estos no se investigan como tal y las familias tienden a no denunciarlos, por lo que suelen quedar en la impunidad, lamentó el presidente del Colectivo Michoacán es Diversidad, Raúl Martínez Rojas.
En entrevista, el activista indicó que “hay un problema con los datos, por un lado está tipificado en el estado como un agravante, pero la dificultad es que a la hora que llega la autoridad en este caso el ministerial, pone en su reporte cosas que no pasaron y saca conclusiones, similar al tema de feminicidios, no se estudian agravantes y consecuencias”.
Sumado ello, señaló que influye en gran medida el factor cultural y la vergüenza que las familias aun sienten con respecto a los señalamientos contra las personas homosexuales o transgénero. “Las familias prefieren no denunciar los casos de crímenes de odio, primero por el rechazo de la sociedad, al yo denunciar que mi hija trans fue apedreada, y exhibir la vulnerabilidad de la familia, como tampoco hay reparación del daño, ¿para qué denuncio?”.
Por ello, señaló que es difícil determinar cuántos casos se han presentado al no haber una tipificación y una cifra negra de casos que no se denuncian. “En el caso de crímenes de odio en Tierra Caliente el procurador ha dicho que están vinculados con el crimen organizado, entonces ahora todo lo mandamos al crimen porque no encontramos una manera de investigar y no queremos ver el expediente entonces es más fácil para la autoridad echar la culpa a los otros”, lamentó.
