Encuentro digital de neuronas en la danza.

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Encuentro digital de neuronas, es un instrumento  de acercamiento en tiempos de Covid-19 entre la población y los artistas, acompañados con distintas instituciones encabezadas por el Órgano Autónomo de los Derechos Humanos; Encuentro de Neuronas es el antecedente de este nuevo proyecto, que durante dos años se adelantó en distintas cabeceras municipales para hacer coincidir en gobernanza actividades culturales y artísticas con colectivos de la música, la danza, las artes visuales, la narrativa, el cuento, entre otros géneros.

Encuentro digital de neuronas con enfoque de la danza fue llevado a cabo a través de plataformas digitales, participando distintos directores de danza entre ellos: Rosa Carmina Rumbo, Liliana Monserrat García Álvarez y Marisol García Álvarez, Víctor Hugo Villicaña y Diego Acosta Montaño, quienes estuvieron acompañados de Liliana Zapata de la organización colombiana Corporación de Voces y Palabras y Narradora Oral y Escritora.

Acompañaron este evento autoridades de la región de Medellín, Colombia; así como personas desde la Ciudad de México, Guanajuato, Estado de México, Hidalgo, Veracruz y distintos municipios de Michoacán estuvieron presentes.

Gerardo Herrera del Órgano Autónomo de Derechos Humanos realizó el encuadre del evento y compartió las reflexiones finales, en tanto que Sergio Omar García Director del Festival Internacional de Cuenta Cuentos de Lázaro Cárdenas dirigió las entrevistas a los disertantes, todos ellos directores de danza.

Derivado de la entrevista a la Maestra Rosa Carmina Rumbo, ella se constituye como la decana de la danza y la música vernácula de la región Costa de Michoacán, su legado de saberes deviene de sus abuelos, quienes la formaron en sus primeros pasos como bebe y como profesional de la danza, además de dejarle el legado y conocimiento musical en el manejo de diferentes instrumentos para la construcción y  ejecución de ritmos locales; ella ya es un referente de amor y pasión por la danza. Fue un honor para los participantes recibir sus conocimientos y saberes de muchas décadas que han permitido la construcción de tejido social sano. La maestra Rosa Carmina sabe expresar con su voz suave y generosa que todas las acciones positivas nacen del alma y recorren el cuerpo a través de la sangre con la emoción y la pasión de siempre, de todos los días. Hay que participar siempre interconectados, concluyó.

En otra de las entrevistas a Liliana Monserrat y Marisol García Álvarez, también conocidas como “LILISMAR” en el medio de la danza, ellas  son hermanas de sangre, pero les invade algo que se llama la hermandad por la danza; ellas,  han sido formadas en el acompañamiento de su madre; tal vez no se pueda explicar su significativo y transcendente  gran talento,  de suyo importante desde luego, sin expresar la presencia de su señora madre. Su carisma, generosidad en sus movimientos corporales, expresión de sus gesticulaciones, apropiación e interconexión con el otro, en alteridad aceptando la presencia del que recibe el talento, ha sido  impulsado y fortalecido por una extraordinaria madre que hoy forma parte de su equipo, es decir, la familia en la construcción de los grandes talentos de la danza, involucrados en el proyecto artístico comprometidos para el cumplimiento de los propósitos.

Ambas recordaron y compartieron su experiencia en la última presentación de Playa azul, Lázaro Cárdenas, Michoacán:   “ha sido un evento que lo recuerdo siempre, toda la vida, vibramos con el público, vibramos con el entorno.  Que se quede una chispa del corazón en su vida, generada a partir de nuestro trabajo artístico, porque el público no se puede quedar con las manos vacías, después de tanto amor que nos dio”. Finalizaron expresando que “La danza es amor, es curativa, también es dolor,  lo es aprendizaje, pero sobre todo es dar a manos llenas sin restricción el talento, la emoción y la pasión de sentirnos con vida, y de hacer arte con la vida, es algo maravilloso”.

Para finalizar la entrevista expresaron la importancia de continuar trabajando, con o sin dinero, abramos las puertas, demos la oportunidad para que más personas se sumen y amen, respeten y lleven en el corazón la danza; dejemos la semilla sembrada para que nuevas generaciones abracen la danza y el arte como un estilo de vida.

Víctor Hugo Villicaña, manifestó que su pasión por la música y la danza, no tiene fronteras, sus conocimientos los adquiere de la educación formal y del encuentro de expresiones vivas de experiencias de la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro, que ha sido su lugar de nacimiento como profesional del arte de la danza.

Víctor Hugo nos comparte que el movimiento interno de la danza en la región de la zona lacustre sigue creciendo; en sus inicios, hace algunos años, ensamblo a un  grupo de 14 personas, pero ahora el taller de danza ha crecido y cuenta con más de 70 artistas de diferentes edades, pero en su mayoría jóvenes quienes han alcanzado una importante formación y experiencia, que les permite ahora la posibilidad de volar y organizar sus propios grupos de danza.  Es decir, la importancia de promover a la vez, la colaboración, el acompañamiento, la participación y alcanzar la autonomía y la  libertad para tomar decisiones que les permitan a los miembros del grupo saberse fortalecidos para construir otros espacios culturales. Ese es el legado que aporta Víctor Hugo a la sociedad.

Víctor Hugo Villicaña, al finalizar su participación expresó   que los artistas no nos despedimos porque nuestro actuar es transcender, creo que es nuestro propósito, hay que seguir creando y avanzando en fortalecer  ese gran tejido social que la sociedad necesite, ese México que nos necesita no hay que dejar de crear y de hacer. Pátzcuaro es su casa, con lo que finalizó su participación.  

Por su parte Liliana Zapata, directora de Corporación de voces y palabras, comento que se sentía muy motivada por estar en el Encuentro de neuronas; los mexicanos tienen un folklore muy específico por regiones; Viajar al sur o al norte del país, es un crisol de expresiones culturales, estar en San Luis Potosí, o bien en Chiapas, ver en sus expresiones artísticas cuando los hombres se ponen las máscaras y ejecutan representaciones casi mágicas. En una visita a la Ciudad de México, expresó, observe en la plancha del Zócalo, una multiculturalidad de expresiones, plumas, cascabeles, sonajas, y otros elementos e instrumentos musicales dando expresión, color, significado a estar en el centro de este gran país, adorando a los cuatro puntos cardinales y a la naturaleza y sus elementos, el agua, el aire, el sol, la tierra, los bosques, el fuego, todo en una identidad.   

Con relación a su experiencia expreso que “yo tengo un proceso artístico de diez años internacional, pero me preocupa que no se le dé la prioridad a las actividades artísticas en lugar de lo personal, el culto al servidor público, al funcionario. La danza nos da la oportunidad de colaborar con los grupos sociales y las comunidades para lograr  la autoestima y el autoreconocimiento”

Diego Acosta Montaño, expresó algunos elementos importantes para la conceptualización de la danza: “Mi experiencia en la danza es el primer referente para dar a conocer las raíces de cada personas, de cada pueblo; el propósito de la danza es fortalecer el tejido social, hacer y acompañar a los niños y adolescentes a que expresen sus sentimientos,  sus emociones”, “para mí la danza me ha llevado a fortalecer y empoderar a mi  persona, pero siempre en un acompañamiento con mis alumnos y sus padres de familia, me ha hecho una personas más fuente para alcanzar sueños, para estar en otros país, para conocer otras lenguas y nuevas formas de entender la cultura, el arte, la danza.

Para Diego Acosta, “La danza es un lenguaje universal de muchas personas, así como la música y las artes, por ello, mi compromiso es continuar trabajando con la sociedad, en un modelo social en donde la danza nos dé la oportunidad de bailar por un mundo en paz”.

De esta manera se deja constatando la importancia que tienen las plataformas digitales para continuar un trabajo de difusión y colaboración entre la sociedad y los grupos de artistas, en acciones colaborativas con la sociedad civil organizada y las instituciones.