La SSP da a conocer encuesta realizada a mil 200 internos en los centros de readaptación social en Michoacán, en donde salta el resultado de que el perfil de un delincuente se forma entre los 12 y 14 años de edad.
El 75% de los internos en los centros penitenciarios de Michoacán tienen un promedio de 30 años de edad, afirmó el secretario de Seguridad Pública, Israel Patrón Reyes, durante la presentación de una encuesta a mil 200 personas privadas de su libertad por comisión de delitos.
En un 90%, los encuestados reconocen que antes de los 20 años habían consumido alcohol, tabaco, marihuana, anfetaminas y cristal, además de otro tipo de mezclas de sustancias que también consumían antes de cometer un delito.
La edad promedio de los internos en los centros penitenciarios michoacanos oscila entre los 29 y 42 años de edad –en promedio 30 años- dijo; lo cual implica que su perfil como delincuentes lo consolidaron durante su adolescencia, entre los años 2006 y 2007 aproximadamente.
“El modelo de la personalidad de narcotraficante, fue ampliamente difundida en el 2006 por el cartel de La Familia Michoacana, cuyos integrantes eran conocidos por gran parte de la población, así como los crímenes cometidos. Según admitieron los encuestados, en su mayoría querían ser narcos cuando fueran grandes ya que la figura promovida por este cártel era la de héroes o benefactores de la población”.
“Portación de arma de fuego, homicidio, narcomenudeo, robo a transeúntes, autos, tiendas de abarrotes y otros, son realizados por personas que están bajo el efecto de estupefacientes, lo que hace de la drogadicción el mayor problema social en Michoacán, subrayó el titular de la SSP”.
De los internos acusados por delincuencia organizada o secuestro el 57% no superaron los estudios a nivel primaria, abandonaron sus estudios por problemas económicos, porque provenían de familias de bajos ingresos, con violencia intrafamiliar.
Otros rasgos comunes entre los internos que reveló Patrón Reyes son: el provenir en un 74% de padres divorciados o en situación de unión libre, en su mayoría cuidados por los abuelos, tíos o amigos de los padres. Alcanzaron el nivel de primaria como formación académica, fueron castigados en un 50% a golpes o con gritos y amenazas, lo cual provocó en ellos enojo y rencor, lejos de inducirlos a mejorar su conducta.
El 92% de los encuestados no ha recibido ni recibió en su momento algún tratamiento psicológico, lo cual debe alertar a las autoridades en la necesidad de acercar la ayuda emocional para evitar que los adolescentes tengan tanto en la escuela como en el sector salud, la oportunidad de tener un acompañamiento para que no terminen en las filas de la delincuencia, sentenció Patrón Reyes.
En el actual proceso de campaña, concluyó el funcionario público, es importante que las y los candidatos conozcan estas cifras y se comprometan a combatir la drogadicción, la violencia intrafamiliar y rompan con el modelo de conducta de los integrantes de los cárteles de la droga como una conducta bien vista en la sociedad a través de la educación.
De no ser así, continuarán las autoridades de Seguridad Pública presentando cifras sobre armas requisado, autos recuperados, homicidios dolosos, narcomenudeo, conductas que no aportan a la construcción de la paz social y que no sólo son responsabilidad exclusiva de la policía y equipamiento para defender a la ciudadanía del crimen, sino del sector educativo y de salud.
