Gobierno de Michoacán trabaja en restaurar la fertilidad de suelos agrícolas

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En la región de lago de Cuitzeo predominan los suelos ácidos y alcalinos, resultado del vulcanismo de hace 23 millones de años. Restaurar los suelos agrícolas y regresar la fertilidad y nutrición son los objetivos del programa, señala Rubén Medina Niño.

En el Bajío michoacano, el Gobierno de Silvano Aureoles Conejo incentiva de manera importante el Programa de Agricultura Sustentable, ya que es una de las regiones más productivas y con una extraordinaria diversidad de cultivos, que van desde granos, hortalizas, frutas y flores. Aquí por su gran riqueza, es importante restaurar la fertilidad y nutrición de los suelos.

Rubén Medina Niño, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), sostuvo lo anterior tras explicar que el sistema lacustre de la región de Cuitzeo es uno de los más grandes del país, zona donde el vulcanismo inició hace unos 23 millones de años y concluyó hace cinco millones de años, en el Mioceno superior.

Medina Niño refirió que actualmente, en esa zona de la geografía michoacana, encontramos montañas, lomeríos y pequeños valles. El lago de Cuitzeo es un humedal estratégico para las aves migratorias, por ello la importancia de conservar este espacio, en el cual alrededor de 26 municipios practican la agricultura, como en Chucándiro y Huandacareo, por citar un par de ellos.

Comentó el funcionario que en esta región del Bajío Michoacano, domina un clima templado subhúmedo, con lluvias en verano. En las proximidades del Lago se encuentran suelos que se distinguen por su textura pesada, que en la época de secas forma grietas y llega a dañar el sistema radicular de los cultivos.

Coexiste una agricultura de riego con la de temporal en estos suelos agrícolas y los productores perciben un proceso de degradación, que se encuentra muy extendido en la compactación de los suelos, el cual es explicable por la pérdida de materia orgánica, el uso irracional de la maquinaria y una cultura agrícola extractiva de nutrientes, que ha contribuido a disminuir la fertilidad de los suelos.

Por todo lo anteriormente, dijo, la política pública estatal de Agricultura Sustentable, está centrada en restaurar la fertilidad de los suelos, incrementar los rendimientos de los diferentes cultivos, así como producir alimentos de alta calidad.

Cabe mencionar que la pesca ha sido importante a nivel local, por ello debemos evitar la contaminación de este sistema lacustre. Ahí radica la importancia de promover el Programa de Agricultura Sustentable, que fomenta el uso de técnicas e insumos agroecológicos.

Además, esta región ha sido importante históricamente en su desarrollo cultural prehispánico, pues fue el extremo oriental del territorio teotihuacano. Así lo revelan las evidencias arqueológicas halladas en Huandacareo.

Por su parte, Gerardo Noriega Altamirano, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), y quien está a cargo de la elaboración de los insumos, así como de la capacitación especializada, explicó que en este contexto es importante hacer una reingeniería de las prácticas agrícolas en el Bajío Michoacano.

Por señalar algunos datos, explicó que en Puruándiro 46 mil 199 hectáreas cuentan con un nivel medio de materia orgánica en los suelos, en tanto que en 30 mil 843 hectáreas el pH del suelo es moderadamente ácido. En Chucándiro, en 2 mil 497 hectáreas el nivel de la materia orgánica es medio.

En el municipio de Huandacareo, 8 mil 458 hectáreas revelan problemas de alcalinidad, lo cual limita el desarrollo de los cultivos y es frecuente encontrar deficiencias de micronutrientes, como hierro (Fe), zinc (Zn), manganeso (Mn) y cobre (Cu).

Por ello, indicó que en adelante, se deberá incorporar azufre elemental en las innovaciones tecnológicas de Agricultura Sustentable para disminuir el pH de los suelos alcalinos.

También en Huandacareo se detectaron niveles medios de materia orgánica en 8 mil 941 hectáreas, por lo que se recomendó implementar técnicas de compostaje y la lombricultura, dos estrategias para producir abonos orgánicos que se deben intensificar.

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