La pandemia de Covid-19 reafirma la necesidad de construir un nuevo paradigma de sustentabilidad global: Mateo Castillo Ceja

Boletín Medio Ambiente

Morelia, Michoacán,- La Carta de la Tierra, es la herramienta más eficaz y eficiente para impulsar un nuevo paradigma de sustentabilidad de orden global, que nos permita entender la importancia de devolver la libertad a la naturaleza, al planeta, al Universo y a los seres humanos mismos. Y superar la actual crisis sanitaria, que ha doblegado todos los sistemas económicos del mundo.

Mateo Castillo Ceja, punto focal de la Carta de la Tierra en México, sostuvo lo anterior, al reflexionar sobre la pandemia de Covid-19, provocada por el coronavirus SARS CoV-2, que obliga a repensar las relaciones de la naturaleza y el Homo sapiens sapiens, en un entorno en donde la voracidad del capitalismo, ha consumido casi todo, incluso ha puesto en riesgo la conciencia de hombres y mujeres. Y eso, no puede permitirse, aseveró categóricamente.

Expresó que la Carta de la Tierra se adelanta a la posibilidad de construir este nuevo paradigma, cuando señala: “… como nunca antes en la historia, el destino común nos convoca a buscar un nuevo comienzo. El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel local, nacional, regional y global”.

Y preguntó: ¿Qué es un paradigma? “Es una forma de ver al mundo; una manera de fragmentar su complejidad, conjunto de creencias y actitudes; pueden ser realizaciones científicas universalmente reconocidas”, dijo.

Y agregó: “Es una provocación sobre cómo nos miramos, cómo haremos las cosas, y sobre cómo nos tratamos, en consecuencia”.

El representante líder de la Carta de la Tierra en México, aseveró que con la crisis de salud y económica, que deriva de la emergencia sanitaria –que prácticamente ha paralizado al mundo-, se nos presenta una invaluable oportunidad para “… transformar y reinventar el paradigma actual”, por lo que sugirió generar un nuevo paradigma global “… que se construye con la intervención social, y que parta, no solo de observar la actual crisis donde la especie humana está en riesgo por la pandemia, sino a partir de la crisis global”. Pero aclaró: “No la crisis de ahora, de coyuntura, sino la crisis de siempre, que contempla lo que estamos viviendo en la actualidad, que nos mantiene en un permanente riesgo a todos los seres vivos y que ahora se ha acentuado, queriendo tocar fondo”.

Mateo Castillo Ceja, al evocar al historiador Yuval Harari, dijo que este nuevo paradigma debe enfrentar amenazas globales, como la guerra nuclear y/o biológica, el cambio climático, y la desorganización tecnológica, y convertirlas en oportunidades, pero desde una perspectiva global.

El investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, afirmó: “Estamos claros que este paradigma no se construye solo. Se va a configurar con nuestras decisiones sustentadas, con nuestras emociones, con el conocimiento que hemos probado por experiencias vividas y por bases científicas, y, por la información disponible, no escuchada aún, y tampoco asimilada. Y, sobre todo, el necesario marco ético”.

En este marco, propuso un nuevo uso para la Carta de la tierra: “… construir paradigmas desde la hermosa complejidad de nuestro planeta”.

Al apoyarse en ideas de Leonardo Boff, y Georgina Rodríguez, Castillo Ceja afirmó que la crisis global de la pandemia de Covid-19, genera pistas sobre la naturaleza del naciente paradigma: debe ser innovador y generativo, en el que es inaplazable re-inventarnos como género y especie.

Y sentenció: “Para transformar el paradigma actual, tenemos que partir desde lo individual. Tenemos que inspirarnos desde lo más profundo para liberarnos de los prejuicios, los miedos y las creencias obsoletas y aceptarnos como entidades inteligentes, libres, plenas e integradas con todo el universo que nos rodea. Sentirnos uno con todo. Tenemos que cuestionarnos todo aquello que nos ha sido inculcado como creencias inamovibles. Aspirar a abrir nuevos caminos para redimensionarnos a nosotros mismos, y abrir las puertas a una nueva forma de interpretar y reconocer los valores del mundo”.

Reinventarnos, afirmó Mateo Castillo, “… es la solución y es la personalidad de este nuevo paradigma, porque así tendremos la capacidad divina de responder al planeta para vivir en armonía, con justicia, de forma sustentable, con respeto y cuidado, sobre todo, ¡con amor!”.

El nuevo paradigma nos convoca a todos los seres vivos, sin discriminación. Todo ser que respira, vive, come y se llena de la energía del sol. Este nuevo paradigma precisa de una sinergia profunda de valores que solo se ha manifestado en el contenido textual de la Carta de la Tierra. “No he visto un documento ético que recoja y armonice con tanta inteligencia y sabiduría los valores, colocándolos justo en los principios para promover acciones consientes en la humanidad en la búsqueda de vivir mejor”, dijo el nicolaita.

El actual paradigma del desarrollo sustentable, corre el riesgo de agotarse sin haberse explorado lo suficiente y haber vivido sus virtudes y bondades, puesto que las fuerzas del paradigma imperante continúan erosionando y depredando la vida toda. Por lo que este paradigma, debe reinventarse para vencer la crisis y enfrentar con libertad, inteligencia, sabiduría y ver al final del proceso, una luz para nuestra felicidad. Este paradigma implica reinventarnos, el paradigma debe permitirnos ser libres, justos, sostenibles y simplemente ser. “Y aquí la Carta de La Tierra no se agota para realimentar y lograr una verdadera transformación del paradigma actual de nuestras vidas”.

Este paradigma se reinventa, y favorece la creación de un ser CAPAS: Creativo, Amoroso, Pacífico, Autónomo (libre) y Sustentable. Esto, dijo Mateo Castillo, “… nos permitirá ser más resilientes, más respetuosos y cuidadosos como esencia; amoroso y compasivo consigo mismo, con todo lo que existe y cohabita en el planeta. El nuevo paradigma sustentable, debe permitir la libertad espiritual en el individuo. Ser autónomo en el plano mental, emocional, y atrevido para actuar, para transforma su conciencia en acciones.

Mateo Castillo Ceja concluyó: El nuevo paradigma de desarrollo sustentable, “… debe permitir al individuo, ser un político humanista, un ser geo humanista, un ser concéntrico, universal y vitalmente cuidadoso del otro. Alguien capaz de colaborar en la construcción de una sociedad basada en el respeto y cuidado hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia social y económica, y una cultura de paz”.