- El problema de inseguridad y violencia se debe atender como un tema de salud pública, consideró el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Morelia, Michoacán a 23 de junio de 2019.- Ni la Iglesia Católica ni las autoridades van a lograr erradicar el problema de la violencia que aqueja a la sociedad mexicana, ya que es generada por todos los ciudadanos, que deberían preocuparse cada uno por aportar lo que le corresponde, consideró el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, quien también es vicecoordinador de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
“No podemos hacernos responsables desde la Iglesia de toda la violencia que está pasando ni podemos hacer responsables a las autoridades. Todos la generamos y todos somos corresponsables. Si todos nos preocupáramos por no ser agresivos ya estaríamos aportando”, manifestó el líder religioso y señaló que todos en algún momento se tornan agresivos con relativa facilidad y debieran tomar conciencia de ser pacíficos para que esto se vaya replicando.
“Cada que estamos buscando algún culpable ya no estamos favoreciendo la pacificación”, declaró, aunque aclaró que esto no quiere decir que no deba darse un castigo a quien cometa un delito, “pero no es eso lo que nos va a ayudar el camino de la paz”.
Este camino de paz, continuó, parte de la atención a las víctimas y el acompañamiento en todos los aspectos, como el psicológico, el espiritual, el jurídico o el personal, entre otros. “No es que yo tenga la respuesta o tenga que dar una respuesta, pero cada cosa que está pasando, pero sí podemos ir juntos en este proceso de paz”, expuso.
Sin embargo, Garfias Merlos sí hizo un pronunciamiento en contra de los recientes homicidios acaecidos en Morelia y en otras regiones, como Apatzingán y Zamora. “Como arzobispo de Morelia quiero decir que no queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más dolor y vergüenza”, manifestó.
Por su parte, indicó que los obispos del país sostuvieron un encuentro con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para plantear un trabajo conjunto de reconstrucción del tejido social y coadyuvancia en el Plan de Construcción de Paz del Episcopado Mexicano. En este último tema, expuso que ya se está llevando a cabo un mapeo de todas las acciones que realizan las arquidiócesis del país para que se puedan comenzar a trabajar con apoyo de las autoridades.
Este apoyo, precisó, no necesariamente será económico sino en aspectos como capacitación o recursos humanos y se hará en el marco de una “laicidad positiva, donde el ejercicio pleno de la libertad religiosa fortalece la democracia”.
