Alrededor de 340 casos hay en Michoacán, eso sin contar la cifra negra, de acuerdo a estimaciones del Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas en México (Cofaddem) “Alzando Voces”
Morelia, Michoacán, a 10 de mayo del 2018.- Para alrededor de 340 madres de personas detenidas desaparecidas en Michoacán, este Día de las Madres no hay nada qué festejar. Sus hijos fueron desaparecidos pero con una particularidad: fueron detenidos por alguna corporación de seguridad pero nunca fueron presentados un ministerio público.
Algunas de ellas, lejos de festejar saldrán a marchar este Día de las Madres, quienes han perdido el miedo ante el hostigamiento que reciben de las autoridades, prueba de ello es que la mayoría están acogidas al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que busca proteger de amenazas y actos de intimidación que por lo general vienen desde autoridades.
Es el caso de Patricia López Rodríguez, quien lleva buscando a su hijo desde el 16 de marzo de 2013, la última vez que lo vieron fue “levantado” por policías ministeriales en la Plaza de San Agustín, acaba de salir del bar La Taberna. Su hijo se llama Juan Pablo Sánchez, tenía 24 años cuando desapareció. Un testigo amigo de su hijo a quien le decían “El César” había identificado a los ministeriales pero también fue desaparecido dos años después. Señala que 15 días antes de su desaparición fue levantado por militares que después lo liberaron por la salida a Quiroga.
Desde entonces ha hecho el trabajo que le correspondería a las autoridades: buscarlo en ministerios públicos, hospitales, cárceles… en fosas. Cuenta que su hijo era una persona muy desprendida y solidaria con su familia, de dónde cubría la figura paterna, así como con sus amistades.
Otra madre que acudirá a la marcha es María Elena Barajas Mejía, cuyo hijo, Pedro Jiménez, un panadero de 19 años, fue desaparecido el 15 de junio del 2011 en la colonia Morelos luego de haber sido visto forcejeando con hombres armados que lo subieron a una camioneta blanca, como las que utiliza la Policía Ministerial.
La última vez que vieron a su hijo fue en la calle Fernando Soto, frente a la Secundaria Técnica Número 100, cerca de la avenida Pedregal. Salió de su casa alrededor de las 6:30 de la tarde e iba a recoger unas piezas de su moto con el hojalatero, quien le dijo cómo se lo habían llevado y aunque en un principio accedió a declarar, luego se desistió. María Elena lo atribuye a hostigamiento por parte de autoridades.
Ambos tenían en común un factor constante en las desapariciones de personas en las que participa alguna autoridad: se trata de personas jóvenes, de entre 13 y 35 años, de un estrato social bajo o medio bajo. Además sus hijos tenían en común la afición por el futbol, ambos eran fanáticos de Monarcas, Pedro de hecho formaba parte de la Barra Locura 81.
Tanto María Elena como Patricia participarán en la marcha convocada por madres de personas detenidas desaparecidas en Michoacán organizadas como Cofaddem “Alzando Voces”. La marcha partirá de la XXI Zona Militar a las 10:00 horas para llegar al Palacio de Gobierno.
