El candidato al Senado por Morena-PT-PES responsabilizó a Guadarrama Márquez de hechos de violencia en el proceso electoral de 1989; “ahora está operando para García Conejo”, aseguró.
Morelia, Michoacán a 21 de mayo del 2018.- Un llamado a sacar las manos del proceso electoral y al expriista José Guadarrama Márquez de Michoacán, le exigió el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), Cristóbal Arias Solís, al gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo.
Cristóbal Arias aseguró que José Guadarrama Márquez, quien ha sido dos veces senador por Hidalgo, operó políticamente desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hechos de violencia que empañaron y llenaron de sangre el proceso electoral de 1989. Ese mismo año fue cuando se fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y compitió por primera vez en elecciones locales.
Sostuvo que José Guadarrama Márquez está operando de la misma forma que en 1989, pero ahora para el PRD. Concretamente señaló que forma parte de la campaña de Antonio García Conejo, medio hermano del gobernador, y junto a un grupo de exfuncionarios perredistas se están distribuyendo en varios municipios para “meter las manos en el proceso”, dijo.
“Quiero solicitarle al gobernador que saque de Michoacán a José Guadarrama Márquez, de triste memoria, está caracterizado como uno de los hampones electorales que hicieron carrera de licenciatura y maestría en el PRI, y que fue el que provocó que hubiera sangre y muertos del fraude del que fuimos objeto como PRD en 1989 para la renovación del Congreso del estado.”
“Tiene las manos manchadas de sangre, fue enviado como delegado federal del PRI para que despojara al PRD de la mayoría que obtuvo en el Congreso, y hubo represión, el 14 de agosto de 1989 fuimos agredidos, reprimidos, gaseados. Después hubo muertos a partir del 1 de diciembre para la renovación de ayuntamientos. Hubo muchos muertos, sangre, heridos, golpeados”, recordó el candidato al Senado.
Puntualizó que años después de las represiones que encabezó contra perredistas en 1989, la cúpula del PRD, con una corta memoria, le dio una senaduría. Advirtió que de no hacer caso al llamado de sacar las manos de la elección, y a Guadarrama Márquez, podría proceder legalmente pues aseguró que este grupo comandado por Guadarrama Márquez está buscando repetir la dosis de violencia que en 1989 recibió el perredismo, pero ahora sería Morena el objetivo.
