1. La felicidad del otro siempre es más importante que la propia. Por tanto, todo lo qué haces va enfocado a complacer a la pareja a costa de tus necesidades.
2. No tienes libertad emocional, esto hace que tus decisiones no sean propias sino, que necesitas la aprobación para actuar o hacer algo.
3. Tienes una sensación de infelicidad permanente.
4. Necesidad de estar y saber todo el tiempo de la pareja.
5. Sentimientos de NO PODER VIVIR sin estar junto a la otra persona.