‘Atraigo hombres nobles que me han entregado su corazón, pero termino eligiendo a los malos amantes’

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Esta es una declaración más común de lo que muchos se imaginan y se aplica en mujeres y hombres. 

Veamos bien, estoy segura que al menos 1 vez en tu vida te has topado con un ser realmente maravilloso, dispuestx como pareja ofrecerte un amor sano y recíproco y al final lx prefieres como unx simple amigx. Por otro lado, eliges al mal amante y no me refiero a malx en la cama, sino a la persona que “no sabe amarte”, con este o esta estás dispuestx a darlo “Todo”, justificarte una y otra vez, con tal de no “perderlx”, incluso a costa de tu integridad personal. Los buenos parecen “tan aburridos” lo he escuchado en tantas oportunidades. En este sentido, te pregunto: ¿por qué gusta tanto el drama?, ¿por qué gusta lo imposible?, son preguntas que deseo te brindes el tiempo para analizar y logres darle una respuesta sincera. 

Algunos dirán que es “masoquismo”, yo voy más allá que diagnosticar a la ligera, porque cada caso tiene su particularidad y lo conveniente es evaluar profesionalmente desde lo individual. 

No obstante, me atrevo a dar algunas generalizaciones. En nuestra vida buscamos repetir una y otra vez los ciclos que no hemos cerrado. Es decir, si creciste bajo un ambiente hostil, carencia de afecto, malos tratos, abusos, ausencia de alguna figura parental (papá/mamá), roles parentales difusos, constante discusiones entre los padres, entre otras condiciones de disfuncionalidad familiar, lo más seguro es que a lo largo de tu vida llame tu atención personas y ambientes que parecen “familiares”, con tal de poder “resolver” lo que en su momento no lograste. 

Por eso, lo conveniente es buscar ayuda profesional, asistir a terapia para que puedas determinar las causas y desde luego aceptarlas y sanarlas. Cualquiera te puede dar “consejos”, ir a la profundidad sólo es posible en una relación terapéutica. 

Insisto nada es fortuito en nuestras vidas, muchas de nuestras elecciones son inconscientes, pero no por eso escapan de nuestra responsabilidad. Pueden unirte al inconsciente colectivo y sostener una y otra vez “Todos los hombres/mujeres son iguales”. Esto no ayudará en nada, hasta que decidas hacerlo diferente. 

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