Los contratos colectivos de trabajo no pueden estar por encima de la ley, coincidieron especialistas dentro de la Segunda Jornada de Inclusión y Equidad de Género.
Morelia, Michoacán.- Los sindicatos tienen que dejar de ser cómplices de la violencia masculina, apuntó la conferencista Lourdes Pacheco Ladrón De Guevara, catedrática de la Universidad Autónoma de Nayarit, durante la la Segunda Jornada de Inclusión y Equidad de Género de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
A lo largo de esta actividad, distintas especialistas coincidieron en que para lograr erradicar la violencia de género en las universidades se deben modificar no sólo los protocolos, sino también los reglamentos, los contratos colectivos de trabajo y la misma ley orgánica.
“¿Qué tiene más valor, el contrato colectivo de trabajo o la ley federal? ¿Entonces por qué en las universidades el contrato colectivo de trabajo es biblia?”, cuestionó por su parte la doctora Beatriz Eugenia Rodríguez Pérez, procedente de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quien recodó que desde el 2012, la Ley Federal del Trabajo sufrió varias reformas y entre ellas la prohibición del acoso el hostigamiento, además del permiso de paternidad, los lactarios y otros aspectos que hasta ahora no se han considerado en los contratos colectivos de trabajo y que son componentes del concepto de trabajo digno.
“Tratándose del acoso, señala que son causas de resición del trabajo sin responsabilidad para los empleadores”, precisó Rodríguez Pérez, de manera que a pesar de no estar esto convenido en los contratos, podría hacerse valer, pero consideró que debiera especificarse tanto en ellos como en estatutos, reglamentos y la ley orgánica y además hacerse valer.
“Reproducimos reglamentos y parece que nada más se editan para ser guardados en las gavetas”, lamentó la académica. “Leyes ya sobran, lo que faltan son acciones y voluntades”, concluyó, mientras que Pacheco Ladrón De Guevara aportó: ““Las universidades están metidas en complicidades porque no se atreven a tomar medidas”.
En ese mismo sentido, Pacheco apuntó que la legislación intrauniversitaria no tendría que quedar nulificada en el contrato colectivo de trabajo. “Los sindicatos tienen un gran papel quehacer en esto si dejamos de pensar como los grandes cómplices de la violencia masculina y nos damos cuenta que hoy las sujetas de la universidades son en su mayoría mujeres que portan otro tipo de ética y que aspiramos a otro tipo de relaciones”.
