Desde el 2021, la UNESCO viene advirtiendo de la importancia de “Reimaginar juntos nuestros futuros, un nuevo contrato social para la educación”, en donde se proponen recomendaciones para impulsar un nuevo contrato social.
La propuesta nos plantea un mundo que vive en crisis; yo ubico diversas crisis, entre ellas: medioambiental, social, subjetiva, educativa, de salud, financiera, las desigualdades y del miedo, es decir, atravesamos por un momento crítico. Será el conocimiento y el aprendizaje y los saberes lo que permita la renovación y transformación que necesita la humanidad.
De esta manera, es importante replantearnos, expresa la UNESCO, los paradigmas de la educación, desde el por qué, cómo, qué, dónde y cuándo aprendemos; y es que, la educación no esta respondiendo a generar los futuros deseables, la paz, la justicia y la sostenibilidad para esta generación y las próximas generaciones (requerimos de un mundo en abundancia y no en escasez), pero también la equidad, inclusión y desde luego la participación democrática, en donde todos los derechos humanos y las libertades sean para todos y todas. Para ello, requerimos de un futuro pacífico, justo y sostenible por lo que la educación debe transformarse para acceder a ese nuevo contrato social.
Por ello, la UNESCO convoca a la educación y a sus agentes institucionales y sociales a que el aprendizaje permita incentivar las capacidades intelectuales, sociales y morales del alumnado para trabajar juntos y transformar el mundo que vivimos; convoca igualmente a combatir la desinformación mediante una alfabetización científica, digital y humanística que permita distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo malo.
Por otro lado, el nuevo contrato social al que se refiere la UNESCO respecto de la educación, debe superar la opresión, la discriminación, la marginación y la exclusión. Se debe impulsar la igualdad de género, así como los derechos humanos y las libertades que coadyuven a trabajar sin discriminación, por lo que se reitera del enorme trabajo a realizar para fortalecer el diálogo social y el pensamiento crítico emancipatorio para las decisiones.
En ese sentido, el modelo educativo para este ciclo escolar 2022-2023 en México, plantea la existencia de ejes articuladores, que deben ser considerados en el momento de trabajar con las problemáticas sociales y el aprendizaje de los campos formativos, así construyen en comunalidad, los docentes, los padres de familia, tutores, autoridades educativas y los estudiantes las propuestas de solución en el marco de un pensamiento crítico.
