Gerardo Herrera

Jóvenes en crisis

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Vivimos diversas crisis, no solo es la financiera; la acompañan la crisis medioambiental, social, mental o individual, de salud, la educativa, y también el miedo. Cuando hacemos una revisión de las problemáticas que enfrentan los diversos grupos sociales, vemos que el suicidio no tiene edad, genero, clase, raza, dogma, sexo, color de piel, nivel educativo, es decir, se puede presentar en cualquier día, en algún miembro de la colectividad, aunque desafortunadamente lo es principalmente entre la adolescencia y juventud, sin descontar que puede ser cualquier sujeto en cualquier edad.

Durante muchos años he venido trabajando sobre cuestiones de los derechos de las personas jóvenes; la experiencia me interpela para identificar la necesidad de trabajar en procesos de aprendizaje dialógico con ellos, que ellos expresen cuales son las necesidades en estos tiempos posmodernos y cuales son sus expectativas y vincularlas en el diseño de política pública.

Por ello, el diseño de la política pública debe ser atendida no solo desde el Estado mexicano, sino en acompañamiento de la sociedad, es decir en gobernanza, para definir los caminos que faciliten prevenir y en ello, evitar que hechos tan lamentables se sucedan; si un miembro de la colectividad se arrebata la vida, algo como sociedad debemos estar haciendo inadecuadamente, por lo que nos permite interpelarnos y ello, nos ayudará a conocer el contexto sobre el cual se generan éstos lamentables hechos.

El suicidio, como un acto personal en contra de la vida esta estigmatizado; considero que cada persona tendrá sus propias razones y las motivaciones para atentar contra algo tan sagrado que es la vida, pero que al final es su vida, pero en tratándose de la niñez y adolescencia, recordemos que es del interés superior; cuando se revisa el suicidio en la complejidad nos damos cuenta que debemos hacer un análisis trasdisciplinario para abordar el fenómeno desde lo holístico y sistémico, pero también desde una visión interdependiente.En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2021, a conmemorar en septiembre, se constituye como una motivación social para compartir y sensibilizar a la población y fomentar en todo el mundo los compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día hay en promedio casi 3000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue por este motivo.

Con información del Gobierno Federal que ofrece en su página, confirma que la depresión es uno de los problemas que actúan de forma silenciosa y de los que causan mayores daños, pues de acuerdo a la OMS, se calcula que afecta a más de 350 millones de personas y que al año, lleva a más de 800 mil personas a suicidarse, convirtiéndose así en la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años.

Una de las acciones importantes es la prevención y tratamiento en adicciones, alcohol, y desde luego las enfermedades mentales: la depresión, permiten evitar los suicidios. Por otro lado, se requiere seguir trabajando en acciones informativas y formativas en los centros educativos y con los padres de familia y los docentes, aplicando, como ya se expresó, la metodología de aprendizaje dialógico.  

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