Este 17 de noviembre será posible apreciar el máximo de la lluvia de meteoros Leónidas, originadas por el cometa P/Tempel-Tuttle
Las lluvias de meteoros o popularmente llamadas lluvia de estrellas, son producto de la interacción de residuos emanados por un cometa con la atmósfera terrestre.
Estos residuos se producen cuando los cometas se acercan al Sol, ya que por la acción de la radiación solar se van desmoronando, lo que deja un caudal de despojos en su camino llamado nube meteórica.
Cuando la Tierra se sumerge en esta nube, las partículas del cometa ingresan a la atmósfera a una velocidad de 11 y 73 km/s, y por efecto de la fricción, son quemadas a una altura de 90 a 130 km, produciendo la efímera e intensa luz que caracteriza a los meteoros.
A pesar de que toda la Tierra se encuentra inmersa en los escombros del cometa, la trayectoria del planeta produce que la lluvia de meteoros se vea llegar aparentemente de una zona en el cielo, llamada radiante. Lo que lleva a bautizar a la lluvia de meteoros por la constelación en donde se vea entrar.
Dependiendo de la densidad de la nube, hay momentos en que la concentración de la cantidad de partículas puede ser mayor, produciendo en consecuencia una tormenta meteórica. Para las Leónidas del año 2015 se produjo una tormenta meteórica, por el paso del cometa P/Tempel-Tuttle, evento astronómico que acontece cada 33 años.
Para observar una lluvia de meteoros no se requiere un equipo sofisticado.
Según el Observatorio Astronómico Nacional de México (OAN), el máximo de las Leónidas se dará este domingo 17, y ha estimado que podrían verse aproximadamente unos 100 meteoros por hora. Por esta razón la Luna, tendrá un 60% de luminosidad, lo que limitará la visibilidad de los meteoros con menor intensidad lumínica; pero, pese al brillo lunar, siempre se esperan la posibilidad de observar los meteoros más brillantes.
Para observar una lluvia de meteoros no se requiere un equipo sofisticado. Siempre es recomendable hacer la observación a simple vista o si se cuenta con unos binoculares de campo amplio puede ser de gran ayuda. También se recomienda realizar la observación en zonas en donde la luz producida por las grandes urbes sea lo menor posible, ya que esta oculta el brillo de los meteoros.
Con información de tangible-el universal.com
