Gerardo Herrera

Lo deontológico y el abogado

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Cada 12 de Julio se conmemora el Día del Abogado, una conmemoración que obliga a los despachos, firmas, servidores públicos, barras de abogados, colegios de abogados, e instituciones a realizar actos públicos donde se reconocen a los profesionales de la legalidad.

La conmemoración para el 2020 en tiempos del Covid-19,  fue sencilla y solo para  recordar a través de las plataformas digitales la importancia de este perfil profesional en un Estado de derecho.

Para algunas instituciones como la Comisión Estatal de los Derechos Humanos se realizó un evento muy sencillo y a la vez cálido, el mismo se encuadro a través de su Proyecto “Rutas Dialógicas”, intitulado “Diálogos sobre lo deontológico: Abogados, luchadores sociales y periodistas”.

La propuesta del evento en comento,  es plantear que también el luchador social y el periodista realizan acciones para la defensa de los derechos de la población, el luchador social en general y el periodista para atender la información de la población.

Las tres figuras han vivido violencia, discriminación, estigmatización, prejuicios y muerte; pese a ello, debemos de reconocer el trabajo que realizan y la importancia que el mismo tiene para la sociedad.

En este sentido, la importancia de ser abogado, cada quien  la definirá; tal vez la definición más importante será entender que en la vida no solo es abogado quien hace estudios para ello, hoy también los luchadores sociales abogan por el otro, por los otros, los periodistas lo hacen para mantener informada a la población;  la carrera como tal, ha experimentado no solo una formación dentro de las aulas del conocimiento, sino también dentro de las aulas para la vida.

Cada vez más personas, se acercan a la defensa de sus hijos, de sus familias, de sus pertenencias; claro, siempre será el profesional, quien estudio y quien podrá llevar a cabo los procesos judiciales, que para ello tiene una cédula profesional, de ahí su importancia y su posición en la sociedad del que aboga por el otro.

Existen modelos de abogado que aplican sus códigos de conducta, existen posiciones deontológicas y axiológicas que nos hacen conducir nuestra vida por los caminos de la justicia y las responsabilidades. Existen tres cosas que son base para el ejercicio de la carrera de Derecho, una, vivir honestamente, es decir correctamente, sin engaños, no defraudar, sin apropiarse de lo ajeno.

La segunda posición es no perjudicar a nadie, es decir, no afectar, arruinar, lesionar, estropear a persona alguna; una tercera más, quien conoce de las leyes debe ser justo en todos sus actos, y frente a todas las personas, es decir, debe eliminar las ideologías, machistas, misóginas, racistas, colonialistas, xenófobas, homofobas y otras que excluya de los derechos a las personas.

Desde el campo de la axiología  los abogados tendrían que transitar bajo un camino justo, la justicias, es decir, dar a cada quien lo que le corresponde; pero también la seguridad jurídica,  asegurar a las personas sus bienes, derechos incluso sus personas no serán sometidas por ataques violentos. Finalmente, el otro valor, privilegiar el bien común.

Durante los diálogos se fueron construyendo los perfiles por parte de las y los participantes, entre los elementos a los que ellos y ellas se refieren son que los abogadas y abogados deberían de contar con algunos valores como el de la honestidad, la justicia, el amor al otro, la honradez, imparcialidad, el ejercicio de la legalidad y la lealtad, pero también los principios de conocimiento de los derechos humanos y libertades, la igualdad y no discriminación, la perspectiva de género, la interculturalidad y la cultura de la paz.

En el ejercicio dialógico se compartieron diferentes experiencias en el acompañamiento de un abogado, algunas exitosas, otras no, pero en general se construye bajo un enfoque de complementariedad.Resalta el caso que  presentó  la maestra  Rosalinda Herrera, sobre la abogada Blanca Cecilia Zetina Carrillo, quien expreso que “para mí fue un placer representarla y cumplir con mi trabajo como Servidora Pública y como su Abogada (Asesora Jurídica); sin duda todo se logró también gracias a todo su apoyo pues siempre estuvo al pendiente y dando el seguimiento jurídico a su Carpeta de Investigación; luchamos ante la empatía y falta de valores… Pero afortunadamente al final se hizo justicia!!!.. Lo logramos!”. Las empatías no solo cognitivas sino afectivas permiten el acompañamiento profesional y un avance significativo en la resolución  a favor de los asuntos jurídicos. 

Respecto de la misma abogada la profesora Lydia Nosti comento “ la licenciada Blanca Zetina una gran abogada, con conocimiento y responsabilidad, capacitada y con un enorme sentido humano… gracias !!!”.Por otro lado, la doctora María del Refugio Ramírez comento que “Así como hay abogados que están inmersos en el sistema también cabe destacar que hay abogados sumamente valiosos que dejan su vida por la defensa de personas en situación de vulnerabilidad aunque no obtengan ningún beneficio personal y a esos hay que difundir, la defensa de los derechos humanos es una de las labores mucho muy complejas y difíciles que existen”.Finalmente se agradeció a los participantes tanto organizaciones de la sociedad civil, como instituciones, y población en general.