En el mes del orgullo gay, es decir, del orgullo del llamado concepto de diversidad sexual y su acrónimo LGBTTTIQNB+, nos interpela a identificar lo queer, realmente que es lo queer, muchas ocasiones se repite una y otra vez, y si bien se conoce el concepto, siempre será de utilidad conocer la interpretación de lo queer en el discurso de profesionales.
Lo queer es lo raro, pero no basta conocer de ello, solo eso, lo raro en un mundo homogenizado, lo raro en un mundo binario y además en un mundo universal.
Por ello, veamos una propuesta de identificar lo queer desde las narrativas académicas, comparto la reflexión de Sara Ahmed en su breve texto “Fragilidad queer”, ella, nos remite a cuerpos no normativos y formas de identidades estigmatizadas; es decir, todas aquellas personas que manifiestan debilidad, delicadeza, que son torpes, frágiles, pusilánimes, que son raras, o bien, son diferentes.
Desde la posición de Eve Kosofsky, el concepto queer es un término con potencial político y remite a escenas de vergüenza desde la infancia y que no puede ser puesto sobre la mesa; en el ensayo de Nancy, citado por Ahmen, “se desea que la gente se doble de dolor ante el mundo, dice que este deseo de hacer que la gente se doble de dolor sugiere una necesidad de agitar la situación, de sacar bruscamente a la gente de sus suposiciones ordinarias sobre los cuerpos y las mentes, la normalidad y las desviación”. Por ello, tanto la palabra queer y crip hacen añicos a los cuerpos queer, al ser señalados como cuerpos no normativos.
Pero también el feminismo tiende a romper cosas cuando es pronunciada, derivado a que no incluye lo queer, son palabras que hacen añicos su sola pronunciación a los cuerpos queer, los hacen estallar en pedazos.
En este sentido, la construcción del cuerpo queer, no solo es su pronunciación, sino el ver un cuerpo frágil, que no permite sintonía, que genera una visión desafinada.
Para Eli Clare, que menciona el texto de Ahmed, ella plantea la fragilidad como una consecuencia de un mundo que es agotador, un mundo que no acoge un cuerpo, de un mundo que no proporciona un hogar a un cuerpo y hace una simple analogía con la parálisis cerebral y la describe como subida y bajada de una montaña, mis pies no saben de equilibrio, de igual manera lo hace con sus manos, y expresa que cuando más rápido quiere escribir, más veces se resbala el bolígrafo, y expresa escribir y subir una montaña son actividades, un cuerpo haciendo cosas, intentando cosas.
Por otro lado, el mismo texto abreva de las reflexiones en Willful Subjects, escribe sobre la torpeza de la ética crip y queer, precisando que se deben de crear espacios para cuerpos que no obedecen órdenes, que no se mueven en línea recta, que pierden el equilibrio. Un cuerpo menos estable, esta menos apoyado en el piso y menos estable en su cuerpo, por ello, si un mundo está organizado de manera en línea recta, en espacios estrechos y solo para manos y pies estables, serán más difíciles para algunos cuerpos transitar en esa linealidad que ofrece la normalidad a los cuerpos.
Por ello, un cuerpo queer que se tambalea, que se desvía del camino socialmente aceptado será excluido, derivado de su torpeza, entendiendo esta como aquello contra lo que te tropiezas.
Clare también expresa en su texto sobre la existencia de un muro de piedra, un muro en donde se observa un mundo que es ajeno, en donde el cuerpo queer no puede encajar, por ser diferente; un cuerpo que no puede caber en un pronombre de él o ella, que es a la vez una expectativa de lo que es un cuerpo puede ser y hacer, eso o más violencia. El cuerpo queer así, se hace añicos.
La desorientación, son experiencias corporales que sacuden el mundo, empujando al cuerpo fuera de las líneas rectas, pegándole a la estabilidad del cuerpo con respecto del piso y el sentimiento de hacer que tu cuerpo se haga añicos.
Por otro lado, la llamada fragilidad queer, que significa no tener cabida en un mundo, es hacerse más fácilmente rompible; la fragilidad es una consecuencia de un cuerpo queer. La fragilidad también explica la historia de un cuerpo en función de lo que ha vivido y explica por tanto que es responsable del daño que ha sufrido y vivido, porque abandono el camino que esta iluminada por la normalidad y tomo el rumbo de la desviación.
Otro aspecto que se aborda es el contacto con las cosas, el como veo las cosas, la mesa, la calle, los libros, y que pueden hacer esas cosas cuando están en contacto con otras cosas; se plantea como un objeto importante alrededor de los cuerpos queer la relación con las mesas en donde se construyen historias con otros cuerpos queer; desplazar lo que está en un segundo plano como la mesa, a un primer plano, tiene un efecto queer. Porque las mesas construyen historias queer.
También los cuerpos queer utilizan el lenguaje para verter sus comentarios, para escupir, para derramar lo que se siente, que son palabras queer, es decir, aquellas palabras que son difíciles de expresar, por lo complicado de revelar.
Finalmente, el cuerpo queer requiere de la construcción de un refugio para resguardarse de la crueldad de un mundo normalizado que los trata como diferentes; pero al construir ese refugio debe quedar claro que se hace desde la ruina, cuando construimos arruinamos. El edificio, esta sin cimientos, sin un suelo estable, en donde las paredes se caen, de ahí que unos con otros se sustenten.
Podríamos pensar en la fragilidad, no como pérdida, sino como una cualidad de relaciones que adquirimos. “Fragilidad queer, una cualidad de lo que es construido. Un refugio frágil tiene muros más flojos, hechos de materiales más ligeros, mira cómo se mueven; es un movimiento”.
