Las políticas actuales, como la Ley de Seguridad Interior, no se enfocan en el origen del problema, aseguró el especialista en derecho y comunicación.
Morelia, Michoacán a 6 de diciembre de 2017.- Mientras en Estados Unidos la producción y venta de marihuana es legal en algunos estados, en México se emplea al ejército para combatirla, cuando finalmente su destino es comercializarse en el país del norte. Combatir el narcotráfico como se ha venido haciendo hasta ahora no va a solucionar el problema porque no va a la causa del mismo, que es la demanda de sustancias que al ser prohibidas incrementan su valor de manera exorbitante, consideró Alberto Montoya Martín del Campo, presidente del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales.
En entrevista previa a la ponencia que ofrecería sobre el panorama electoral hacia el 2018 a militantes de Morena, el especialista en Derecho y Comunicación reprobó que se pretenda regular la presencia del ejército como principal actor en el combate al narcotráfico cuando esto desde su perspectiva violenta la Constitución.
“Lo que denominan guerra contra el narcotráfico, que no es una guerra contra el narcotráfico, es una guerra contra el pueblo de México, es un problema auspiciado por razones geopolíticas, la economía criminal se administra, se organiza, se alimenta de armas y se lava dinero desde los Estados Unidos. En Estados Unidos es legal la producción comercial de marihuana en varios estados, cómo entonces justificar que la fuerza armada permanentemente haga operativos, vulnere libertades y cumpla funciones de seguridad y de investigación de delitos que no está facultada por la constitución cuando en Estados Unidos es legal la producción de marihuana. Eso es una política abyecta que ya ha generado más de 170 mil homicidios por conflictos y más de 30 mil desaparecidos seguramente con indicios de participación de instituciones públicas”, expuso Montoya Martín del Campo.
La diferencia exorbitante entre el costo de producir, por ejemplo, un gramo de opio en el país y el costo de la heroína o morfina en Estados Unidos se genera por la prohibición de esta sustancia y la cantidad de dinero que se genera en toda la cadena desde la producción hasta su traslado y distribución alimenta una red de corrupción en varios países. Lo que tendría que regularse, en todo caso, debería ser el consumo antes que producción, explicó Alberto Montoya.
“En tanto exista ese nivel de utilidad, al suprimir un grupo de narcotraficantes, al capturar a un jefe de una organización, éste será de inmediato sustituido por otro, como ya ha ocurrido. De manera que no es racional hacer algo que ni siquiera en los Estados Unidos se hace que es dar la instrucción a su ejército de detener ese problema”, expuso.
Montoya recordó que en los años 30 la solución del país del norte fue eliminar la prohibición del alcohol y que con ello mitigó la violencia y por cierto, no encarceló a los líderes de las mafias que traficaban de alcohol, a quienes finalmente se procesó por delitos fiscales.
