Vida en los panteones

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Lo que vimos en los panteones fue la vida; en la Zona Lacustre del Lago de Pátzcuaro fueron visitadas por cientos de turistas que deseaban ver in situ, tener esa conexión entre la realidad y el cosmos y esperar la llegada a los santos difuntos mediante los caminos preparados con velas y cempasúchil que iluminan el camino de las almas para hacer conexión entre la vida y la muerte.

La lluvia de esa noche de uno de noviembre no impidió para que los campos santos lucieran sus mejores galas en la espera de sus difuntos; cantidades de dinero importantes son destinadas para que se adornen las tumbas de los difuntos, es un proceso ceremonial que se repite año con año y que forma nuestra cultura, los saberes, los usos y costumbres, las tradiciones, la conexión con el cosmos.

Así como se dieron los preparativos en los panteones, en las plazas y calles principales de las cabeceras municipales y en las tenencias fuimos testigos de los altares que se levantaron para distintas personalidades de la política, del arte, de la farándula, es decir, también ellos estuvieron en el ánimo de las personas para homenajearlos.

En la Cabecera Municipal de Salvador Escalante, en la tradicional Santa Clara del Cobre, nos encontramos con una pérgola hermosamente ataviada en flores de cempasúchil y con arreglos en cobre; así como el Museo Artesanal del Cobre que lucio esplendido en su entrada para recibir a muchos turistas que hicieron suyos los portales, las plazas, el atrio y un sinfín de espacios.  Durante la noche del día dos de noviembre,  en el marco del programa general y  en la misma pérgola, se escenifico la obra de teatro “Un guache pa’esta probe alma”, con guion y actores preparado en la tierra caliente (actores y guionista de Turicato).

Esta obra es de un diseño ágil, sus diálogos son totalmente coloquiales, rápidos y de fácil comprensión; es una obra que recoge los comentarios de una mujer mayor, que no desea morir antes de conocer y sentir la intimidad con un hombre. La presencia de vecinas que rezan para facilitar su muerte no funciona, pese a ello está presente la muerte y sabe que deberá partir.  La obra presenta vocablos y diálogos interesantes que son utilizados en la Tierra Caliente como el concepto de Huache, y otros palabras que hacen una delicia al escuchar tan significativa obra de teatro con contenido regionales, y que nos obsequia la forma en que muchas mujeres se mantienen cercanas a sus padres y que dejan el casamiento como algo no importante mientras vivan con sus padres. Así, en el gusto y disfrute de esta expresión cultural vimos cientos de personas en una plaza llena disfrutando.

También acompañaron este programa el grupo musical de cuerdas de Tacámbaro para interpretar Sones de la Tierra Caliente y que a su compás los visitantes bailaban sobre una tabla para zapatear y resonar la música de Son. 

En Tacámbaro se montó Altar monumental, y en realidad lo es, no obstante, me parece que más allá del tamaño debemos de considerar el talento, la emoción, la pasión con que se diseñó, se construyó y se presentó. Un extraordinario ensamble de papel mache, con tapetes  de aserrín y cientos de elementos que hicieron el disfrute y la toma de imágenes y  fotografías de este importante altar. En el vimos la complementariedad, es decir los elementos simbólicos que aludían a la muerte y los elementos vivos, es decir quienes estuvimos presentes y disfrutamos al lado de aquellos elementos inertes.

Siempre será un placer saludar y convivir desde la función pública para reconocer la importancia que tienen los derechos humanos a la cultura. Michoacán, y la zona Lacustre del Lago de Pátzcuaro, Quiroga, Tzintzuntzan, Erongaricuaro, Salvador Escalante, Tacámbaro así como algunas de sus tenencias que visite como Zirahuen y Santa María de Huiramangaro han logrado superar las expectativas de los turistas; también se vivió la presencia del  señor embajador de los Estados Unidos en México, quien estuvo en esta región, con lo que manda una señal sumamente importante de la tranquilidad que se vivió.

Todas las actividades en estos municipios rivereños promovieron cohesión social; es ahí donde los niños, niñas, adolescentes y las familias pudieron disfrutar de los diferentes actos culturales y que esto genera confianza en la población, y desde luego la convivencia permite reconocernos en identidad como mexicanos, como michoacanos. Dejamos una felicitación para turistas, paseantes, prestadores de servicios, artesanos y población en general que hicieron posible una vez más compartir la grandeza cultural de Michoacán y de su gente. 

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