La diputada señaló que en el aula es muy fácil detectar si un niño sufre violencia en su casa, pero que los docentes deciden dejarlo pasar por no meterse en problemas
Los centros escolares tendrían que contar con protocolos de actuación y ponerse en contacto tanto con los padres de familia como con las autoridades correspondientes al creer que se está ante una situación de violencia intrafamiliar, puesto que en la educación preescolar y primaria se puede detectar fácilmente, consideró la diputada local Lucila Martínez Manríquez.
“Uno de los principales centros en donde se puede detectar la violencia intrafamiliar es en las escuelas en la primera infancia el personal está capacitado para detectarlo”, expresó en entrevista la diputada por el PVEM y lamentó que ni los padres de familia ni los maestros “le entran al tema” para evitar “meterse en problemas”.
También hace falta, agregó Martínez, una coordinación y seguimiento por parte de las autoridades, ya que debieran de puntualizarse protocolos de atención y políticas públicas específicas, mientras que en el ámbito normativo, tendría que plantearse la posibilidad de implementar reformas para que la violencia familiar se siguiera de oficio, de manera que las mujeres violentadas no pudieran retractarse en sus denuncias.
Admitió que le queda ya poco tiempo a la LXXIV Legislatura pero comprometió que una vez que se reanuden las actividades legislativas revisará el tema y valorará presentar una iniciativa al respecto, aunque reconoció que no se ha dado seguimiento a iniciativas similares, como la que busca que el abuso sexual a menores de edad también se persiga de oficio.
