Adolescentes Enamorados

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Por: Psic. Hilda Mesa

  • ¿Qué deben hacer los padres?
  • Hagamos un ejercicio y recordemos nuestro primer amor adolescente. 

Estoy segura que salieron muchas sonrisas y también estoy segura que lo recordamos como algo muy especial. 

Eso que reviviste de especial es exactamente lo que tu hijo(a) pueden estar sintiendo. El primer amor de un adolescente, es importante bastante significativo, es la primera probada que tienen de ese sentimiento increíble que nos une con otra persona. 

Entonces es importante que como madre/padre no sientas miedo y trates de minimizar lo que te está contando tu hijo(a) diciéndole cosas como: “eso no es amor”, “no estás en edad”, “eso es una tontería” etc. 

¿Qué si puede existir el amor adolescente? 

¡CLAROOOO! O acaso nunca se enamoraron de un profesor, un amiguito o una niña que los ayudaba en clases. Pero lo importante es la información que se maneje alrededor del suceso para que no genere miedos o formas de relacionarse inadecuadas a temprana edad. 

¿Qué hacer?

  • Hazle ver que lo que vive es algo normal, que eso que siente es estupendo, que es algo hermoso que nos ocurre, aprovecha para hacerle ver que también es normal sentir dudas o temor por si la otra persona nos acepta o no. Y ya puestos, no estaría mal que le cuentes cómo te sentiste cuando te enamoraste por primera vezEnamorarse por primera vez es una buena oportunidad de enseñar y aprender lo bien que conjuga el amor con el respeto.
  • Sin respeto, no hay amor. Enseñarles también que querer es un acto de libertad y la libertad no se impone, se ejerce.
  • Enseñarles que para demostrar amor no hay que hacer nada que uno no quiera hacer.
  • Eso te permite generar un entorno de confianza de modo que tu hijo(a) se abrirá más sobre el tema contigo.
  • Ya que haz generado ese entorno de confianza, es hora que le cuentes sobre cómo son las relaciones según las etapas. Aprovecha esta situación para hablarle lo que crees que es un comportamiento adecuado y lo que crees que es inadecuado en su incipiente relación. Por ejemplo; las cosas que pueden hacer ellos con tu supervisión, ir al cine, comer helado, etc. Eso hará que tu hijo explore de manera sana y adecuada a su edad la relación. Llévalo a que desde temprano entienda lo importante de respetarse y de respetar a la otra persona.
  • Habla claro con tu hijo(a) no recurras a parábolas como: “ten cuidado no te vayan a drogar y a pasar algo”. cuando tu preocupación realmente es otra. No se trata de negar lo que nuestros hijos sienten, sino orientarlos respecto a la necesidad de responsabilizarse de sus decisiones y de sus acciones. La educación afectivo-sexual de los hijos requiere que los padres les hablen claro respecto a lo que ocurre o puede ocurrir cuando uno cree que está enamorado, cómo pueden ser las situaciones y las consecuencias. Eso ayudará al adolescente cree seguridad en la toma de sus decisiones.
  • ¿Qué si pueden sufrir por ese amor? Lo más probable es que sí, pero no le hagas ver eso como una experiencia horrible. Al contrario, dile que esas situaciones también ocurren en todas las relaciones y que lo importante es que aprenda de esa experiencia de primer amor.
  • Los padres tienen el deber de controlar y supervisar a sus hijos y los límites deben girar alrededor de valores de cada familia. Son valores que tú quieres inculcar a los hijos y no es el miedo lo que ayuda a marcar límites respecto a lo que consideramos adecuado o no.
  • Conoce al “amorcito” de tu adolescente para que tengas información de sobre cómo és y si no te gusta, intenta no decirle: “no me gusta nada”. Tampoco tienes que mentirle, pero nada de ponerle sobrenombres o hacer mofa del peinado, vestimenta, etc. Los adolescentes tienen capacidad para darse cuenta de como son las personas con las que se relacionan y a veces hay que equivocarse para aprender. 

Los amores en todas las edades pueden ser dolorosas. Ver sufrir a nuestros hijos(as) por terceras personas, a veces es duro, y no lo podrás evitar. Cuando los hijos sufren solo requieren el apoyo de los padres. Y significa que tu niño (a) va dejándolo de ser.

No niegues la situación, orienta a tu hija(o) de la mejor forma. 

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