El Deporte ante las Campañas Políticas

Columnistas

Por: Erik Avilés

En nuestro país continúan avanzando las campañas electorales,  en las cuales, por lo menos entre los aspirantes a la presidencia de México, hasta la fecha no se ha escuchado que expresen palabra alguna respecto a propuestas para el desarrollo del sector deportivo.  El mutis unánime exclama el soslayo que los candidatos manifiestan ante las necesidades y anhelos del sistema deportivo nacional. Con esa indiferencia manifiesta, no dudemos que una vez más tendremos a incondicionales, recomendados o favoritos del primer mandatario de la república como responsables de la política pública deportiva, quienes desde la ocurrencia una vez más manosearán, entorpecerán, saquearán y arruinarán aún más el exiguo andamiaje material y social de nuestro deporte nacional.

La máxima aproximación que han emprendido los dueños de la partidocracia es reclutar a actores deportivos como políticos, para medrar con su popularidad y aura ganadora, con su estatus de héroes territoriales, que muy bien sirve para ganar campañas políticas. Pero no voltean a ver las unidades deportivas derruidas y abandonadas, ni  los cuerpos desastrados, obesos y olvidados de millones de mexicanos, ni mucho menos los planes y programas existentes que se encuentran arrumbados en algún cajón, por lo que no se dan a la tarea de consultar las necesidades de los deportistas, ni de sistematizar su opinión para diseñar la política pública deportiva que merecen los mexicanos, por considerar este proceso de importancia secundaria o terciaria.

No toda la culpa es de las autoridades ni de la oligarquía en el poder. Una de las razones de mayor peso que hacen que el deporte mexicano se encuentre bajo la bota de la discrecionalidad política es indudablemente su desunión y falta de solidaridad interdisciplinaria. Por ello, con suma facilidad, los políticos abusan de los deportistas, los usan clientelarmente y posteriormente los desechan gracias a la falta de una agenda común entre los integrantes del sistema deportivo nacional.

Es un hecho que en el plano de lo ideal, los integrantes del sistema deportivo nacional, especialmente desde el enfoque amateur, deben estar presentes participativamente en las cinco etapas de la política pública en la materia: la definición de la agenda pública, su diseño y especificación de los cómos, la implementación o ejecución de las acciones, su evaluación y seguimiento, así como su intervención en las acciones correctivas a que haya lugar para lograr mejora continua.

Es tiempo de pensar más allá de la coyuntura, de recibir un balón de ínfima calidad y todavía serigrafiado con colores partidistas y de regalarle una fotografía al candidato en turno. Es momento de exigir y proponer, para  construir el sistema deportivo que queremos.

Sus comentarios son bienvenidos en erik.aviles@gmail.com y en Twitter en @Erik_Aviles

Tagged

Deja un comentario