En busca del nuevo humano

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El marco de la pandemia del Covid-19 tiene como referentes al capitalismo, el colonialismo y el patriarcado,  principales formas de dominación que hoy someten a la población. Para el control y la dominación, tienen que ser voraces, pero nunca dominados. A pesar de estar presentes en la vida de los humanos y las sociedades, son invisibles en su esencia y en la articulación esencial entre ellos. La invisibilidad proviene de un sentido común inculcado en los seres humanos por diversos procesos socioculturales (B Sousa Santos).

No obstante, y pese a ello, la sociedad debe de pensar en el marco de las experiencias que dejara esta situación en general y en particular para las mujeres, para la niñez, para los grupos en discapacidad, para los adultos mayores, para los que viven en el día a día, las personas que viven en las calles, entre otros segmentos de población que en ocasiones parecen invisibilizados.

B. Sousa Santos, advierte que existe una pedagogía para el aprendizaje de esta pandemia, él    destacada diferentes posiciones, entre ellas: la pandemia podrá será atendida en las consecuencias de su crisis, pero no se afectaran sus causas, es decir todo el daño ecológico que se ha generado a la Madre Tierra (contaminación, incremento de 1.5 de temperatura global) mientras la pandemia podrá ser reversible, la crisis ecológica ya es irreversible.

La pandemia no discrimina, pero en términos de su prevención, como expansión y mitigación si principalmente aquellos grupos en condición de invisibilidad, trabajadores precarios, migrantes, afrodecendientes, mujeres, personas en condición de adicciones, personas viviendo en calle, mucha gente no puede seguir recomendaciones de la OMS.

El Capitalismo seguirá transformándose, las instituciones financieras internacionales continúan ofreciendo préstamos para atender la contingencia. El colonialismo y el patriarcado están presentes en la pandemia y se fortalecen en estos tiempos con violencia que expresan en la sociedad, por lo que promueven; es decir generan condiciones de violencia y de selección de los cuerpos.

Frente a ello, nos preguntamos que pasara después del Covid-19, tendremos que cambiar nuestras interacciones y dinámicas sociales; tendremos que aprender a reconocer que en tiempos  de crisis (medioambiental, financiera, social, mental, política, patriarcal, de violencia)  podemos utilizar los espacios para mejorar como género humano, en lo individual, en lo colectivo y en lo planetario (Felix Guattari y Goleman).

Estoy seguro que lo  lograremos (B. Sousa Santos, Lipoventzky, Bauman, Segato); y lo lograremos  cuando desprovistos de egoísmos, de antropocentrismos, de una inútil modelo de acumulación, y sin valores líquidos (inestables y efímeros), hedonistas y narcisistas, dejemos de buscar el éxito en lo económico y volteemos a vernos, para pensarnos, despensarnos y repensarnos  como humanos y con todo ese conocimiento y sabiduría acumulado y, con capacidad  de imaginar el planeta como nuestro hogar común,  nos demos a la tarea de aceptar que la naturaleza es nuestra madre original, a quien le debemos amor, espiritualidad y respeto, porque ella no es nuestra, somos nosotros de ella, porque somos naturaleza, ¡¡¡ella no nos pertenece, le pertenecemos a ella!!!!.

Cuando superemos la Jornada Nacional de Sana Distancia, el “Quédate en Casa”, lávate las manos con frecuencia, utiliza el gel antibacterial, y el cubrebocas y en general todas las medidas sanitarias, cuando termine este episodio en nuestras vidas, habremos aprendido de una nueva pedagogía de la vida, y por ende tendremos los  elementos para repensarnos en lo que si queremos y entonces podremos seguir en esa lucha de alcanzar la igualdad tanto formal que nos da las leyes y el Estado, y hacerlas que se traduzcan en igualdades reales, para todos, para todas, en especial para las mujeres y las niñas, y para los hombres para que nos enseñemos a desmontar el mandato de la masculinidad que nos ha hecho daño y ha generado muerte.  

Esta pandemia exhibirá nuestras carencias y precariedades, y costara mucho dolor, habrá muchas muertes, como muertes sigue habiendo por feminicidio, por crimen organizado y por abuso de niños y niñas, también los crímenes de odio por homofobia y transfobia. Necesitamos de trabajar la resilencia, en diálogo horizontal, en complementariedad, en alteridad, en el respeto a la ecología de los saberes, en el respeto del diálogo de los saberes en transdisciplinariedad (Edgar Morin, B. Sousa Santos).