Etellekt Consultores da a conocer los resultados de su índice de Violencia en México, dirigido al proceso electoral 2020-2021, el cual deja un saldo de 243 muertes en un total de 910 agresiones.
Al analizar las cifras obtenidas por la consultora Etellekt, puede afirmarse que México vivió el proceso electoral más violento en su historia democrática, en el que los intereses por el poder llevaron al país a un escenario en donde se trató de decidir los resultados de la elección, no en base a los votos ciudadanos, sino a la permanencia en los espacios de decisión de una fuerza mayoritaria, en la que se deja entrever la intervención de grupos delincuenciales.
Homicidios, agresiones, secuestros, atentados y robos, fueron registrados en todo el país por Etellekt Consultores, quien dedicó su Sexto Informe de Violencia en México a los eventos registrados durante el recién concluido periodo electoral.
Desde el arranque de las campañas (el 7 de septiembre de 2020) hasta la víspera del 6 de junio de 2021, la casa consultora registró 910 agresiones de las cuales resultaron 860 víctimas de diversos delitos: 321 amenazas, 91 homicidios dolosos a candidatos, 252 muertes de personas en torno a los candidatos, 48 intentos de homicidio, 88 infracciones contra la dignidad, 71 ataques contra colaboradores.
También 60 daños a la propiedad, 48 robos con violencia, 45 privaciones ilegales de la libertad, 43 atentados contra familiares, 26 lesionados, 23 actos de intimidación, 13 tentativas de secuestro, 11 despojos de oficinas, 10 acciones calificadas como daño moral, 4 actos de jackeo o robo de identidad en redes sociales, 3 extorsiones, un bloqueo de instalaciones, un caso de robo de identidad, un delito sexual, un evento de abuso de autoridad y uno de violencia familiar.
Del total de 860 víctimas, el 36% fueron mujeres y el 64% restante, hombres. De esta cifra, 628 eran aspirantes o candidatos a diversos puestos de elección popular de los tres niveles (federal, estatal o municipal).
De la violencia cometida contra candidatos o aspirantes, el 77% de ellos buscaba una presidencia municipal, lo que focaliza las agresiones en el nivel más cercano a la ciudadanía, y fueron perpetrados en su mayoría por el gobierno municipal del partido opositor al aspirante.
De manera exacta, el 75% de las 910 agresiones o delitos globales en México se dirigieron en contra de opositores a los gobiernos estatales o municipales. En el caso de los 91 asesinados e. 75% eran personas opositoras a los partidos de los gobernadores. De los 36 aspirantes muertos en atentados, 31 de ellos buscaban cargos a nivel municipal y eran opositores a los alcaldes que gobernaban sus municipios.
La violencia a nivel municipal se concentró en 525 municipios diseminados en todo el país, incluyendo ciudades de alta densidad poblacional, incluidas las capitales de los estados; a excepción de Coahuila, Tlaxcala y Sonora.
Las agresiones se focalizaron también en contra de colaboradores de candidatos, simpatizantes y autoridades electorales. Para ello se cometieron actos de intimidación, maltrato físico o verbal, grupos de choque, ataques con arma de fuego, daños en contra de la propiedad de candidatos principalmente a través de balear las fachadas de sus domicilios.
De las 45 víctimas de privación ilegal del a libertad, hasta hoy permanecen secuestrados los candidatos a las alcaldías de Mexquitic, Jalisco y de Uruapan, Michoacán. De las 48 víctimas de homicidio en grado de tentativa, 14 resultaron lesionadas por arma de fuego.
Además de los 91 políticos asesinados, fueron privados de la vida 252 personas que trabajaban como colaboradores de campaña, familiares de los candidatos y, la mayoría, 107 elementos de seguridad pública de los gobiernos estatales o municipales.
