Gerardo Herrera

Movilidad humana

Columnistas Principal

Durante el mes de diciembre de cada año se conmemora el Día Internacional del Migrante, así como el Día del Migrante Michoacano; en este mes también se realizan celebraciones religiosas para la protección de los migrantes y sus familiares desde la fe.

No obstante, desde la Iglesia Católica, el Papa Francisco, ha insistido que la población migrante, los refugiados, así como las personas desplazadas se les debe de garantizar sus derechos humanos y un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; ha expresado que dichos grupos deben de vivir en paz y con dignidad, por lo que el Papa se mantiene criticando lo que sucede en muchas fronteras: violencia y violaciones a los derechos humanos, pero igualmente la construcción de muros para impedir su llegada a dichos destinos.

A través de la misa de acción de gracias que ofreció el arzobispo Carlos Garfias Merlos a migrantes y sus familiares, así como a defensores de los derechos humanos de los migrantes, en la Catedral de Morelia, él expresó que el Papa Francisco “en esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, renovemos nuestro compromiso por la edificación de un futuro que ponga en el centro también a migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata. El reino de Dios se construye junto a ellos”. En efecto sin duda alguna el planteamiento del Papa es incluyente, integral, y abarca los grandes problemas que vive la sociedad por los desplazamientos, los refugiados, pero igualmente por aquellas personas que viven el fenómeno de la trata de personas en cualquiera de sus expresiones.

Por otro lado, al concluir la misa de acción de gracias, se ofreció por parte de la pastoral de migración un canapé a los participantes, en donde se permitió establecer el diálogo franco y abierto entre los integrantes de las diversos colectivos y el arzobispo Carlos Garfias Merlos, en donde se dieron bendiciones y expresiones de respeto al trabajo, esfuerzo, colaboración y empeño por atender a los connacionales que se quedan en sus comunidades.

Tuve la oportunidad de saludar a los líderes decanos del movimiento migrante, Francisco Garcidueñas, Pedro Fernández Carapia,y otras personalidades de la academia doctora Marielena , así como la presencia de hermanos migrantes venezolanos, y desde luego periodistas, como Macario Ramos y su familia.