“Si me conoces como soy, no me vas a querer”

Columnistas Principal

Es una expresión que he escuchado en muchísimas oportunidades. ¿Te parece conocida? 

Les comento que es una vivencia que anula cualquier posibilidad de Ser espontánex. “Se supone que debo…” guiado por estereotipos y dictámenes sociales que impiden la naturalidad en cualquier relación. Parece más fácil sacar la luz y tus maravillosas cualidades, sobre todo cuando te das a conocer. Consiste en tratar de encajar con ese otrx, a cualquier precio, con tal de ganar su aprobación y en especial su “amor”. 

Es una jugada que trae ventajas, pero luego se convierte en un arma de doble filo, porque tarde o temprano, el río vuelve a su cauce, las máscaras cansan, se caen. Justamente en este punto radica la raíz de tantas separaciones, desenlaces relacionales y frustraciones. La verdad es que existen máscaras elegantes, atractivas y con brillo, también sería interesante descubrir que se esconde detrás y ese camino inicia contigo. Las sombras (miedos, inseguridades, tristezas, rencor, culpa, celos, envidia, dolor…) según el caso, también te pertenecen y esconderlo en el escaparate no eliminan su existencia. Lo conveniente en todo caso es conocer, aceptar y asimilar lo que sea necesario dentro de tu historia personal. 

Un amor sano se construye sobre lo real. Una experiencia realmente gratificante es amar y ser amadx desde lo que realmente somos, sin poses, ni medias tintas desde lo auténtico. La verdad es que el amor es una experiencia para verdaderos valientes, porque así como puedes ser rechazadx, también puedes obtener la aceptación y en cualquier caso, el amor propio te puede rescatar de perderte en un abismo. 

Atrévete a mostrar tu verdadero Ser.