Los cambios en el discurso político en campañas

Columnistas

Por: Antonio Aguilera
@gaeelico

En México hemos vivido todo tipo de campañas políticas, desde los modelos más arcaicos y tradicionales, hasta la mercadotecnia pura y dura, en donde los candidatos juegan más un papel de artistas que de auténticos políticos. Hay que señalar en primer lugar que las cosas cambiaron de múltiples maneras; hace algunos años el discurso político se significó por su lógica, por su gramática, por su capacidad de convencer pero también por expresar un grado elevado del de lenguaje, de la economía, de la filosofía, de la historia, de la cultura.

Esto fue cambiando a través del tiempo, la transformación comenzó en la década de los 70 cuando las campañas políticas comenzaron a ser dirigidas por empresas, cuando se comenzó a utilizar nuevas herramientas de la estadística social para que el discurso comenzara a convertirse en una tecnología, en algo que acercará a las personas a determinadas propuestas.

A fines de las décadas de los 80 se juntaron varias cosas; en primer lugar la prominencia de un discurso político cada vez más eficaz; el fin de la bipolaridad que abrió los escenarios a otras narrativas porque ya no todo podía ser la lucha ideológico-política entre las dos potencia; se da la gran la emergencia de las organizaciones de la sociedad civil.

Esto va a transformar el discurso y ya no se va poder hacer referencia a las clases, a los sectores, a los grandes grupos sociales; sino que el discurso va a tener que dirigirse a colectivos específicos; y los partidos tendrán decidir que sí y que no, que arropar y que acompañar.

Finalmente a inicios del siglo XXI aparece el internet; sólo uno años después las redes sociales, que hoy son uno de los puntos sustánciales para llevar mensajes a una ciudadanía que es diversa y que mira con cierta distancia la acción de los partidos políticos; la Organización de los Estados Americanos nos comenta que hay problemas de legitimidad en las democracias existentes.

Hoy vemos un discurso político distinto, ya no son aquellos discurso de cuatro horas, dos horas, son discursos muy claros en redes sociales; ya no vemos esos vídeos elaborador, complejos, sino vemos gifs, bailes. Vemos que la forma de aproximarse a la sociedad es muy diferente.

Sin embargo, la paradoja se mantiene. La política trata de cosas serias, de problemas reales de una sociedad concreta y de cómo resolverlo; ahí está la paradoja entre una nueva narrativa política y el cómo poder llevar mensajes a una ciudadanía que necesita conocer qué se propone, porque lo que se propone va a tener efectos concretos en su vida cotidiana.
Diría yo la civilización del espectáculo en su máxima expresión pero poca sustancia en el fondo.

La nueva forma de comunicar también requería encontrar formas de llevar mensaje que de alguna manera transporte algún contenido. Ya hemos visto como la ciudadanía después de la fiesta de las redes pues se encuentra con fenómenos tan particulares como lo que ocurrió en Inglaterra o en los Estados Unidos.

Tagged

Deja un comentario