2018, año de la juventud, de elecciones y de los migrantes para arquidiócesis de Morelia

Inicio

La falta de oportunidades educativas y laborales así como de acompañamiento familiar arrastran a los jóvenes a ser atraídos por el crimen organizado, observó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.

Morelia, Michoacán a 31 de diciembre de 2017.- Los migrantes y refugiados serán uno de los objetivos con que iniciará la Iglesia el 2018 mediante la LI Jornada Mundial de Paz, anunció el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos al dar a conocer su mensaje de Año Nuevo, en donde precisó que el año se dedicará a los jóvenes, ya que en octubre el Papa Francisco convocará al Sínodo de los Obispos con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.

“A los jóvenes se les debe de ayudar mucho en el tema vocacional, que requiere atención en el ámbito familiar y educativo. Es un esfuerzo internacional”, señaló el arzobispo y expuso que los jóvenes son un objetivo primordial para el crimen organizado y darles atención puede ayudar a evitar esto.

Para Garfias Merlos, no se ha atendido adecuadamente a este sector poblacional. “Si no se acompaña a los jóvenes, si no tienen la seguridad familiar o educativa que los apoye, son más fácilmente presa de la delincuencia organizada”, advirtió y señaló que se debe evitar la deserción escolar y brindar alternativas de empleo. En este sentido el líder religioso consideró que los adultos deben acompañar a los jóvenes y detalló que la Iglesia ha impulsado la Pastoral Juvenil con la idea de crear centros juveniles con un enfoque de paz.

Derivado del discurso del Papa Francisco, Garfias Merlos reflexionó que los migrantes arriesgan sus vidas sólo para obtener mejores condiciones de vida, ya que si no pueden acceder a sus derechos de obtener empleo, educación y estar con sus familias no pueden vivir en paz, por lo que invitó a integrar “una cadena de ayuda y de generosidad, una atención vigilante y comprensiva”.

Por parte de la Iglesia, se invita a seguir las cuatro acciones que propone el Papa Francisco: acoger, en el sentido de “no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes”; proteger, es decir, dar asilo; promover, para “apoyar el desarrollo humano integral” e integrar, hacerlos parte de la sociedad.

Este año también será de elecciones, observó el arzobispo, por lo que encomendó a María Inmaculada de la Salud la Jornada Mundial de la Paz, el Tiempo Electoral y el Año de la Juventud. “Es oportuno reflexionar y tomar conciencia de nuestra responsabilidad para elegir y hacer un discernimiento como cristianos en la participación activa en la política. Tengamos muy presente que este 2018 es tiempo de formar conciencias, ser abogados de la justicia y de la verdad y educar en las virtudes individuales y políticas”, reflexionó el líder religioso al considerar que los cristianos tienen la obligación moral de participar en los comicios.

Como Iglesia, expuso, su misión está encaminada a preservar y fomentar una cultura de paz y en ello se abocará también el próximo año. Garfias Merlos cumplirá en enero un año de haber asumido su función y expuso que en este tiempo se ha trabajado en “renovar y revitalizar el proyecto de Pastoral Diocesana, sobretodo poniendo énfasis en lo que ya se venía realizando, impulsando proyectos de capacitación”.

Destacó la importancia de la participación de la sociedad en todos los temas y señaló que el papel de la Iglesia es fomentar e impulsar esta participación y que por ello se ha trabajado con distintos grupos de la sociedad civil.

Garfias expuso que se busca “generar una plataforma social en donde se pueda tener una interlocución más directa en todos los niveles con las instituciones que tienen relación directa con la sociedad y establecer una agenda común en los temas que pueden ser controversiales dentro del proyecto Educar para La Paz que busca la resolución de conflictos y una relación entre autoridades y sociedad civil de manera más sistematizada”.

“Como Iglesia queremos colaborar, no asumir una liderazgo que no nos corresponde”, aclaró, y en ese sentido señaló que es que se busca con las organizaciones crear una agenda común. El arzobispo consideró que las mesas de seguridad y justicia fortalecen este tema. “Representan una esperanza para incentivar la participación social”, declaró.

En su mensaje de Año Nuevo, Carlos Garfias expone: “Aprendamos a vivir en paz, comprometidos en crear un ambiente de armonía y unidad que nos permita alcanzar juntos la paz tan anhelada, fruto de la comunión y participación, no de la indiferencia e individualismo, fruto de la justicia y no de los abusos y de la arbitrariedad irracional, fruto de la interiorización en nosotros mismos y de hacer lo correcto, siguiendo un comportamiento humano que refleje en nosotros la imagen de Dios”.

Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos / Foto: ACG
Tagged

Deja un comentario