“Se nos acabaron tantas cosas que ya ni juntos podemos estar entonces…”
Cuando las personas se unen se les olvida que se unen a una persona con virtudes y debilidades. Se les olvida también que el amor debe alimentarse, cultivarse para que siga creciendo.
La idea del matrimonio está tan idealizada que muchxs solo recurren a el como método de solución ante una crisis de la relación o método de seguir normas sociales sin estar convencidos del todo de la decisión.
¿Qué debemos tomar en cuenta para la decisión?
- Que me une a esa persona actualmente. Me une un amor que quiero reparar o me une un compromiso social y familiar como lxs hijxs que se tienen. Si tu respuesta fue la primera puedes aún salvar la relación, si fue la segunda lo veo complicado.
- Las relaciones tienen altos y bajos, es normal y sano. Pero si hay momentos que se convierten en maltratos físicos y verbales es una alerta importante a considerar.
- Cuando la intimidad no fluye, no es coherente, no hay comunicación, debe explorarse el ¿qué ocurre? Muchos matrimonios se vuelven rutinarios en sus prácticas sexuales y con poco incentivo.
¿Qué hacer luego del divorcio?
SOLTAR. Asume tu duelo y tu pérdida. No entres en negación, acepta las cosas como son y llora todo lo que necesites pero no te quedes hundidx en la depresión. Hay una vida por vivir, una vida por soñar, una vida para continuar.
Y si esté proceso está siendo muy complicado de llevar, siempre existe la posibilidad de asistencia profesional Psicoterapéutica para tu acompañamiento.