Rosmi Bonilla

Espejo Roto

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Tres años de la Guardia Nacional

“ Maniobrar con una multitud indisciplinada, es peligroso.” El Arte de la Guerra. Sun-Tzu

Para nadie es un secreto que la violencia y la comisión de delitos en México han escalado a niveles históricos. Por ejemplo, la cifra de homicidios dolosos llega a las 73.6 muertes diarias en el mes junio de 2022, según el Informe Diario de Seguridad que presenta el Gobierno Federal [1] mientras que, para el mes de mayo de este año, la cifra de asesinatos había superado la que se registró durante todo el gobierno de Felipe Calderón y estaba a 34 mil de superar las muertes por homicidio que se registraron en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Si bien es cierto que la narrativa social refleja carencia de valores y estrés y desesperanza ante la falta de oportunidades; las autoridades se ven rebasadas por la impunidad y las fallas en el sistema de seguridad y de justicia desde hace varias décadas.

Sin embargo, cuando un aspirante a gobernar promete acabar con la inseguridad, se presume que sabe cómo hacerlo. ¿No?

A casi cuatro años de la Cuarta Transformación y su estrategia de “Abrazos, no balazos” y a tres años de que la Guardia Nacional se constituyera, es urgente que el Estado cumpla con su parte del Contrato Social y, de la manera que sea, acabe con la violencia, la delincuencia y la impunidad.

Según la Ley de la Guardia Nacional, ésta tiene el objeto de “realizar la función de seguridad pública a cargo de la Federación y, en su caso, conforme a los convenios que para tal efecto se celebren, colaborar temporalmente en las tareas de seguridad pública que corresponden a las entidades federativas o municipios” (Art. 5) y las atribuciones y obligaciones de “prevenir la comisión de delitos y las faltas administrativas que determine la legislación aplicable; y salvaguardar la integridad de las personas y de su patrimonio; garantizar, mantener y restablecer el orden y la paz social, así como prevenir la comisión de delitos (…)” (Art. 9)

Sin embargo, la organización civil Causa Común da cuenta de que, entre enero y mayo del 2022, hubo 351 víctimas de secuestro, 8% más que en el mismo periodo del 2021; 4 mil 673 víctimas de extorsión, 29% más que en el mismo periodo del 2021; 23 mil 996 casos de robo con violencia, 8% más que con respecto al mismo periodo del 2021 y reitera que estas cifras no representan la realidad pues de cada 100 delitos, solos 6 se denuncian.

Además, en el tercer aniversario de la conformación de la Guardia Nacional, solo el 29% de sus 105 mil elementos están capacitados para labores de seguridad pública.

De igual manera, la ONG señal que está corporación logra solo un 1.9% de presentación de delincuentes ante el Ministerio Público y para cada una de estas, necesita 13 elementos.

De todo esto, algo queda claro:el fin de la inseguridad en México no está cerca y parece que, ante ello, las acciones del Estado están desorganizadas, desfasadas y no nos acercan a la garantía de una vida en paz.


[1] Disponible en: http://www.informeseguridad.cns.gob.mx/