Gerardo Herrera

La importancia la paternidad

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En el marco de la cartelera “Crisis de valores en la Posmodernidad” se llevó a cabo el ejercicio dialógico sobre el tema “Padresposo, padres religiosos, privados de su libertad, perturbados y trabajadores sexuales”, que organizan diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil encabezadas por el Órgano Autónomo de los Derechos Humanos en Michoacán.

Al evento asistieron personal institucional, asi como sociedad civil de diferentes puntos de la geografía michoacana, del estado de Hidalgo y, el Estado de México; en total cerca de 35 personas que se convocaron para disertar sobre un tema que es importante, derivado de los grandes problemas que atravesamos sobre la violencia que se vive y los procesos de discriminación, racismo y otros que ponen en riesgo la vida de la población.

Reconocer la importancia de la paternidad como fundamento de la formación y ética de la racionalidad de los miembros de la familia que le tocan formar conjuntamente con la pareja.

En este sentido, las cuestiones dialógicas fueron atendidas en diferentes momentos, un encuadre responsabilidad de Gerardo A. Herrera, disertaciones de los participantes por cinco minutos y, conclusiones.

En el encuadre, se comentó que en la humanidad, existen padres irrepetibles, únicos, generosos, amorosos, insustituibles, pero el ser padre, es un concepto que está atado a la reproducción; ser padre es mucho más que haber procreado un nuevo ser, ya sea sin una discapacidad, con discapacidad, de piel blanca o diferentes, es decir, una reproducción sustentadas en las diversidades genéticas, al final es el padre.

El concepto de padre o aún más de paternidad, se encuentra en un entramado social que le resignifica su contenido más allá de un padre occidental (alto, blanco, ojo color, sexualmente heterosexual, activo); es decir, tenemos cientos de diferentes padres: padresposo, padres de fe, sacerdotes, pastores, padres viviendo privados de su libertad, padres viviendo en adicciones, padres viviendo en centros de atención de adicciones, padres en centros hospitalarios, padres en condición de Covid-19 padres afrodecencientes, padres viviendo en identidad de género o en expresión de rol de género, padres deambulando en las calles por interdicción, padres en condición de muerte, también las hay como madre-padre, y ahora en la reproducción asistida, invitro, de alquiler de vientre, nos damos cuenta que el concepto de padre, no necesariamente es de aquel que procrea, porque, en ocasiones ni siquiera es el ovulo y el esperma quien define la paternidad, serán las condiciones civiles, contractuales, así, en esta realidad que vivimos, tenemos padres por contrato; por ello, ser padre es mucho más que procrear un hijo.

En la vida que muere (expresa Maturana), ser padre es conectarte con la otredad, con lo que creaste, a lo que diste vida, o bien a lo que te comprometiste a cuidar en su vida, es hacer alteridad; aceptar su existencia y su todo, es también la comprensión de la vulnerabilidad, de los miedos que nos impone formar al otro sin opciones más que hacerlo bien, e ir descubriendo día con día que se tiene que hacer porque debemos formar a personas en sus obligaciones, porque los derechos ya los trae como seres humanos.

Padre con título de la universidad de la vida; pero que mientras no desmonte su mandato de masculinidad y enseñe y replique en sus hijos otros caminos de respeto, colaboración, entrega y amor, seguiremos teniendo mucho dolor, mucha zozobra, violencia y discriminación, muerte.

Los padres sentimos orgullo de nuestros hijos, o bien de aquellos que adoptamos o de los que en la vida se sumaron y son putativos, pero no lo decimos, nos castraron nuestras emociones desde que éramos pequeños: “los niños no lloran”, “vieja al último”, “no sean marica, pégale”, y un largo etcétera más.

Ser padre, es una gran tarea humana, pero también una tarea de enseñar en la vida que muere, y en el cuidado y respeto de los seres vivos y la naturaleza, el medio ambiente, la biodiversidad. Recuerda si eres padre, es el amor por la otredad y lo otro lo que te debe impulsar a moverte en el día a día.

Con relación a las disertaciones fueron recurrentes las expresiones de que padre no es solo quien engendra, sino quien forma, es decir quien define la crianza; los padres asumen la universidad de la vida, enseñan valores a los hijos, lo hacen desde el hogar, en ocasiones en edades ya adultas se puede establecer vínculos de amistad, de amigos, pero no en las primeras infancias y la niñez, ahí, se requiere de brazo vigoroso y fuerte para dar viabilidad al proyecto de vida de los hijos, que sepan que hay rumbo para encarar la vida.

Los hijos dentro o fuera de matrimonio deben de ser atendidos en el concepto del interés superior de la niñez, debe haber un acompañamiento integral. Por otro lado, se reflexionó sobre como el padre se encuentra en el discurso de la madre y su importancia como expresión simbólica, que pone límites al comportamiento de los hijos. Por otro lado, se insistió en la importancia de contar con estrategias y líneas de acción que permitan sostener una disciplina con reglas claras que formen hábitos. Pero también se precisó que se requiere de la escuela para padres, el manejo socioemocional y la inteligencia emocional. Se expresó igualmente, que el concepto de padre o padres no es un concepto estático, sino dinámico, que puede cambiar minuto a minuto de conformidad con el contexto y las cuestiones coyunturales.

De manera genérica se expresó que no se nos forma para ser padres, lo aprendemos en el momento y en las relaciones adquiridas cuando se es hijo; es decir, asumimos lealtades. De ahí la importancia de contar con una escuela para padres, en donde no se de relaciones de subordinación, que controlen o sometan a los cuerpos, se requiere de desmontar el mandato de masculinidad.

De manera genérica, se precisó que una paternidad amorosa, generosa, transparente y que impulsa el desarrollo humano de los hijos requiere de conocer y fortalecer en los hijos: educación cívica y democracia participativa, que sepa de valores, que tengan metas en común y que ello permita el fortalecimiento a la formación de un proyecto de vida, que se cuente con una educación para la libertad y para la vida, una ética solidaria y del bien común en el ejercicio de la sostenibilidad, se compartió la importancia de que se cuente con inteligencia emocional, social y de lo otro que asegure la sostenibilidad, salud mental y en general conocer y defender los derechos humanos y libertades, o sea, la dignidad humana.

Se agradeció a los participantes, Elisander, Kukis, Ana Yesenia, Lenin, Paty, Patricia, Gerardo Armando, José, José Carlos, Bethania, Rosa, Rocío, Carlos, Jesús, Viridiana, Antonio, Diana, Viridiana, Edith, Jaime, Pedro, Gerardo Andrés, Natalia, Alonso, Emily, Alejandro, Marisol, Natalya, Paty Acosta, Natalia, Yunuen, Karla, Carlos Javier, Diana, entre otros.

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