Es iluso pretender que las relaciones se mantengan ”intactas” y con las mismas condiciones iniciales.
Además, me parece señal de inmadurez de todo aquel que salta de una relación a otra en búsqueda de esa sensación de enamoramiento inicial que de por sí es bastante transitoria.
Aquellos que han superado las pruebas del tiempo saben muy bien, que todo cambia en las relaciones. Cada ser implicado también enfrenta transformaciones personales y por ende se ve reflejado en sus vínculos interpersonales.
El amor es una energía que se transforma y con el tiempo se manifiesta de diferentes formas. Ese torbellino inicial pasa a un estado más sereno e igual satisfactorio cuando el amor se sustenta en un compromiso y una labor diaria para su efectivo mantenimiento. En este escenario juega un papel importante la creatividad y la comunicación para manejar los diferentes desafíos. Dentro de este proceso relacional es posible en algún momento sentir confusión que puede motivarte a realizar ajustes o cortar el vínculo.
Antes de claudicar en una relación date la oportunidad de reflexionar, medir fortalezas y debilidades y sobre todo agotar TODOS los recursos. Dicho manejo evita futuros arrepentimientos. Las relaciones son un caldo de cultivo maravilloso donde puedes crecer e incluso descubrir partes de tu ser. Observa, detalla, siente y acciona. Recuerda la única constante es el cambio.
Hilda Mesa
Psic. Clínica, Psicoterapeuta y Sexóloga.
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