Gerardo Herrera

Lo sostenible

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Existen diversos discursos que nos hacen pensar si es cierto o no, las cuestiones sobre el cambio climático y la viabilidad de la vida en la tierra. Para algunos estadistas es simplemente una farsa y se retiran de los acuerdos internacionales para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, otro más, adelantan a sus conciudadanos a actuar en el marco de mantener estándares de cuidado y respeto por la naturaleza.

Así, en este doble discurso, las nuevas generaciones deben de tomar decisiones que les permitan generar la sostenibilidad de esta realidad, para este momento, y para más allá de las nuevas generaciones.

Para Jeffrey Sachs, quien trabaja el tema y el concepto Sostenibilidad que aparecerá en la Agenda 2030 los Objetivos del Desarrollo Sostenible, (ODS), plantea que el  desarrollo sostenible es un concepto básico para nuestra era, es decir, Es una forma de entender el mundo como un método para resolver los problemas globales.

El primer aspecto que enfrentamos la humanidad es la población, es decir al año 2020, el segundo decenio de este siglo, tendremos cerca de ocho mil millones de personas viviendo en zonas urbanas principalmente y consumiendo cientos de miles de millones de alimentos.

Todas estas personas tratarán de encontrar un espacio dentro de la economía global, cientos de millos de ellos no lo podrán hacer por diversas razones, entre ellas, la desigualdad, la pobreza, la falta de movilidad social, la preparación, la violencia, discriminación y un etcétera largo.

La gente en condiciones de precariedad y pobreza, demandarán el alimento, el agua, la atención sanitaria y el cobijo que necesitan para su mera supervivencia, para los que rebasan el umbral de la pobreza desearan garantizar un mejor y más próspero futuro para sus hijos, en muchas partes escucho la insistencia de los padres porque sus hijos sean alguien en la vida y formen una familia.

En tanto que en los países desarrollados, esperan que los avances tecnológicos prosperen para un mejor bienestar para ellos y sus familias, como los adelantos médicos, pero también las personas o empresarios muy ricos desean asegurar un lugar en la lista de Forbes. Es decir cada quien tiene definido que quiere en este mundo globalizado, desde el más pobre hasta el hombre más rico.

En general, la humanidad (interplanetaria) tratará de progresar económicamente, pero lo hará en el marco de una economía mundial interconectada a través del comercio, las finanzas, las tecnologías, los flujos de producción, las migraciones y las redes sociales, pero también a través de los grandes delitos internacionales como la venta de armas, la venta de droga, o bien la venta de cuerpos humanos en un tráfico de personas llamado trata de personas o la nueva esclavitud.

En estos momentos ya vivimos una asimetría en el control de los recursos, pero también una desigualdad social y de poder económico, por una lado muchos adultos mayores de países ricos disfrutan de longevidad y una salud nunca antes vista para generaciones anteriores, frente a cuando menos mil millones de personas que viven en una pobreza tan extrema que en su día a día luchar por sobrevivir.

Aquí en Michoacán, en días pasados se llevó a cabo un Foro “Alza la voz por los derechos humanos de los adultos mayores”,  ahí los participantes, en su mayoría  adultos mayores se manifestaron expresando que cada día los pobres se enfrentan a la muerte por insuficiencias alimentarias, falta de asistencia médica, deficiencias de vivienda y falta de acceso al agua y al saneamiento, así como la violencia y la discriminación de que son objeto de manera recurrente por la sociedad y en ocasiones por la propia familia.

De esta manera observamos una economía mundial desigual y que amenaza al planeta Tierra (baste ver el video la Historia de las cosas para darse cuenta de esta problemática). Como especie viva, la humanidad depende de la naturaleza para encontrar su sustento, es decir el alimento, el agua, la luz, la tierra, así como para defenderse de las amenazas ambientales, epidemias y catástrofes naturales.

Pero si la naturaleza nos provee de todo ello, la población no ayuda a la naturaleza para reponerse del abuso que se comete contra ella, por lo que estamos frente a una crisis ambiental, social y mental (las tres ecologías de Félix Guattari) capaz de amenazar la vida y el bienestar de miles de millones de personas y seres vivos.

De esta manera el desarrollo sostenible, puede  observarse como un proyecto intelectual, el cual  pretende comprender las interacciones entre tres sistemas complejos: la economía mundial de 90 billones de dólares, la sociedad global cerca de ocho mil millones de personas y el medio ambiente físico de la Tierra (aire, agua, tierra luz), si bien esto nos ofrece Jeffrey Sachs, también pensemos en la crisis del medio ambiente, de la sociedad y de la mente de las personas (corrupción, impunidad, desigualdad, pobreza, falta de movilidad social, precariedad, hedonismo, crimen organizado, falta de ética y moral, etc).

Por otro lado, el desarrollo sostenible es también un enfoque normativo sobre el planeta, en el sentido de que la ONU se mueve sobre  la agenda 2030 los objetivos del desarrollo sostenible. Los ODS son una guía para el desarrollo de la sociedad  y la economía del planeta en el futuro.

El enfoque normativo de la sostenibilidad, que también ético, pretende que el progreso económico se extienda lo más posible a todos los países en desarrollo, y donde no solo como aspiración legitima  la pobreza pueda ser eliminada, la confianza social (como elementos de la cohesión social) encuentre apoyo en políticas orientadas al refuerzo de las comunidades; y el medio ambiente esté protegido frente a degradaciones inducidas por el hombre (vertederos de contaminantes de grandes empresas al mar, manejo inadecuado de desechos sólidos, aplicación de pesticidas y herbicidas sin control, cambio del uso de suelo sustentado en corrupción, etc).

En el marco de un pensamiento complejo, se requiere trabajar bajo un enfoque transdisciplinario que nos permita arribar a un posicionamiento y enfoque desde lo holístico y sistémico, en el sentido que la sociedad persigue simultáneamente objetivos económicos, sociales y ambientales. Es así que la Agenda 2030 promueve un crecimiento económico socialmente inclusivo y ambientalmente sostenible.

También los ODS requieren de buena gobernanza, es decir, requieren de garantizar muchas funciones básicas para que la sociedad avance, entre ellas, educación y sanidad, carreteras, puertos, electricidad, seguridad de las personas contra crimen y violencia, tecnologías, y desde luego la protección del medio ambiente, reitero los gobiernos deben alejar la corrupción, la impunidad, la guerra, y la carencia de servicios públicos.  

De esta manera el aspecto normativo con el cual fue diseñada la Agenda 2030, plantea al menos cuatro consideraciones para alcanzar una mejor sociedad: la prosperidad económica, la inclusión y la cohesión social, la sostenibilidad ambiental y la gobernanza entre los gobiernos y las grandes empresas, en donde se trabaje con ética, donde no se generan condiciones para la corrupción y someter a la autoridad a la autorización de cuestiones que someten y controlan a su favor las situaciones ambientales.