En ningún caso hay que obligar a lxs niñxs a hacer cosas que no desean hacer, como a dar besos y abrazos tanto a conocidos, familiares y a extraños, hay que respetar sus decisiones y dejarlxs elegir sobre sus cuerpos.
Todo el que tenga niñxs sabe que en la mayoría de los casos lo más normal es que se muestre verdaderamente renuente a dar muestras de afectos tales como besos o abrazos tanto a familiares como a conocidos, lo cierto es que obligarles a hacerlo de todos modos es la peor de las opciones en cualquiera de los casos.
Obligar a los niñxs a demostrar afecto que no les nace de manera natural en realidad no los vuelve más sociables sino más vulnerables al abuso sexual y al desarrollo de conductas sexuales de complacencia, aunque los adultos desconozcan estas graves consecuencias.
Lo máximo que se le puede solicitar a unx niñx es que trate a los otros con respeto, pero nunca que haga demostraciones solamente por contentar a dicha persona o al adulto que se lo indica, lxs niñxs deben tener siempre el control de las elecciones a lo referente a su cuerpo y a la forma en la que interactúan con los demás, ya que mientras más rápido asimilen que tienen el total derecho de decidir qué hacer y con quienes, mejor será su desarrollo personal y más positiva su visión sobre si mismxs, aprendiendo a cuidarse y respetarse siempre, sin importar lo que digan los demás, algo que aunque parezca simple en una situación cotidiana de “dale un beso al tíx/abuelx/amigx etc o se pondrá triste”, en realidad tiene un significado realmente importante en cuanto a lo dejar paso a la manipulación, a la obligación o al acondicionamiento.
Hilda Mesa
Psic. Clínica y Psicoterapeuta
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