Gerardo Herrera

Plan de estudios para la educación básica

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Se presentó hace unos días, el Plan de estudios para la educación básica 2022 (PEPEB), justamente en la transición de la función pública de la titular de la Secretaría de Educación Pública.

El documento que ha ido transitando en su construcción tanto legal como de legitimidad, llegó a su conclusión y hora todos los actores sociales y académicos que intervienen en el proyecto educativo lo deben de poner en práctica a partir de mañana, toda vez que al personal académico ya se les capacitó.

El PEPEB, considera a la educación como un derecho y, por tanto, un bien público de interés nacional. El PEPEB, se integra con cuatro elementos que articulan la propuesta curricular: a.- Integración curricular: expresada en los campos formativos-ejes articuladores, los cuales establecen los contenidos fundamentales de estudio que permiten expresar el “Perfil de egreso”. b.- Autonomía profesional del magisterio: para contextualizar los contenidos de los programas de estudio de acuerdo con la realidad social, territorial, cultural y educativa de las y los estudiantes. c.- La comunidad como el núcleo integrador de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como la relación de la escuela con la sociedad. Es decir, la escuela como un centro de aprendizaje comunitario en el que construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas y culturas y formas de convivencia en la comunidad y en la Nación. d.- El derecho humano a la educación de las y los estudiantes en tanto sujetos de la educación.

Para apoyar los procesos de educación básica, se fortalecen estrategias nacionales vigentes y se proponen otras nuevas: I. Estrategia nacional para la enseñanza de lenguas y culturas indígenas y afromexicanas. II. Estrategia nacional de educación inclusiva. III. Estrategia nacional para la educación multigrado. IV. Estrategia nacional para la atención a niñas, niños y adolescentes en situaciones de migración, interna y externa. V. Estrategia nacional para fortalecer a las escuelas como parte del tejido comunitario en contextos urbanos. VI. Estrategia nacional con perspectiva de género para mantener a las escuelas libres de violencia y acoso. VII. Estrategia nacional de lectura.

Todas estas acciones incidirán en la escuela; así la escuela es un espacio en el que se articula la nación, a partir de reconocer la diversidad, en donde se hospedan y dialogan las ciencias, la cultura universal, las culturas ancestrales, las lenguas, los valores, los saberes, las costumbres, clases, géneros e identidades de todas y todos aquellos que acuden a este espacio universal de socialización. La comunidad y la escuela construyen para la inclusión, la participación y la equidad.

De esta manera la escuela es una compleja red de relaciones que se tejen en función de las aspiraciones, sentimientos y experiencias que ahí confluyen; de los conocimientos y saberes que ahí se aprenden, así como de las diversas formas de organización escolar y extraescolar que, en conjunto, definen el sentido propio de una escuela en una localidad o bien en una región del país.

No se busca enseñar conocimientos, valores y actitudes para que las niñas, niños y adolescentes se asimilen y adapten a la sociedad a la que pertenecen, tampoco es función de la escuela formar capital humano desde la educación preescolar, primaria y secundaria hasta la educación superior para responder a los perfiles que establece el mercado laboral.

La escuela debe formar niñas, niños y adolescentes felices; ciudadanos críticos del mundo que les rodea, emancipados, capaces de tomar decisiones que beneficien sus vidas y las de los demás; la escuela es un lugar en donde se construyen relaciones pedagógicas que tienen repercusión en la vida cotidiana de las y los estudiantes, de sus familias y de las profesoras y los profesores.

Se reconoce que la escuela es una conquista de la comunidad, resultado de un proceso histórico de construcción social en la que maestras y maestros, estudiantado y familias construyen su sentido específico en la cotidianidad de sus acciones, lo que permite construir procesos formativos y escolares desde la diversidad cultural, territorial, epistemológica, ambiental y social.

La Nueva Escuela Mexicana, el eje central es la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva.

Hoy iniciaron las clases en todo México, esperamos y deseamos que este arranque sea exitoso, sea comprometido por los actores públicos para el mejor fortalecimiento de la educación básica para la niñez y adolescencia.