Terminar una relación es un acto que requiere de mucha valentía, por donde se mire, tanto con amor o sin el, dar este paso implica un cambio importante y genera una sensación de incertidumbre, especialmente para aquellos que se han comprometido y se han involucrado emocionalmente.
Es cierto que este momento es incómodo y lo sano es dar la cara y ser sincerxs. De lo contrario, es asumir una posición de cobardía y comodidad cuando prefieres ausentarte sin dar explicaciones.
Dicha actitud, causa más daño impide que ese otro Ser elabore por completo su duelo y con el tiempo logre entender que el amor se acabó y por lo tanto los caminos por separados es la mejor opción. No dejes puertas abiertas a donde no quieres volver. No siembres ilusiones que no estás dispuestx a corresponder. Puede ocurrir que en su momento sientas confusión, entonces manifiéstalo tal cual como lo sientes, la otra parte decidirá si esperarte o no.
Lo que no se justifica es que te retires sin poner punto y final. Aprende a ser congruente incluso hasta el final de esa historia, es lo mejor para los dos y entendiendo que se requiere un tiempo prudencial para terminar de aceptar la separación.