Invertir en Deporte

Columnistas

Por: Erik Avilés

La historia demuestra que la inversión de recursos en el deporte amateur brinda recompensas prontas, amplias y transversales en todos los sentidos. Por lo pronto, la disciplina de básquetbol tuvo una buena actuación en la etapa regional de Olimpiada Nacional, logrando calificar a diversas selecciones a la etapa final. Lo anterior sucede después de muchos años en los que este noble deporte batalló en Michoacán por destacar, a pesar del innegable talento y dedicación de miles de jugadores, entrenadores, árbitros y directivos.

De 2015 a la fecha, desde que el primer mandatario estatal se ha convertido en el principal impulsor del baloncesto, la situación ha cambiado radicalmente, recibiéndose inyección de recursos públicos, habiendo reactivación de ligas, academias y hasta un equipo profesional, los Aguacateros de Michoacán, el que gradualmente hace crecer su identidad y está logrando ocupar el lugar que en su momento dejaron con su desaparición los Tarascos.

El caso de éxito del básquetbol cobra especial dimensión en nuestra entidad federativa, en la cual prácticamente no se cuenta con apoyos programados para las disciplinas deportivas y en la que se redujo el presupuesto de egresos a prácticamente la cuarta parte del monto con el que se contaba en 2017.  En contrapunto, no puede soslayarse la inversión extraordinaria que ha recibido el deporte ráfaga en la actual administración estatal, lo cual exhibe la enorme desigualdad con la que se dirigen los recursos, ya que hay decenas de deportes que contando con méritos similares o superiores no reciben ni siquiera la centésima parte del soporte presupuestal del que hoy goza el baloncesto, sin duda el gran ganador de este momento histórico.

Esperemos que, con justicia y equidad, esta voluntariosa inyección de recursos se generalice en el resto de las disciplinas deportivas para poder disfrutar de los resultados favorables y de condiciones dignas para todo el sistema deportivo estatal, no solamente para un deporte que esté de moda o sea del gusto del mandatario en turno.

Una medida cardinal en cuanto a gobernanza y presupuesto participativo respecta, sería lograr que un comité ciudadanizado determine el direccionamiento del recurso destinado a apoyar a las disciplinas deportivas erradicará la discrecionalidad. Paralelamente, conformar una rúbrica o sistema de indicadores que posibilite tomar decisiones objetivas respecto a cuáles disciplinas apoyar y con qué montos, abonará enormemente. Está la situación expuesta y la recomendación realizada, esperemos que haya la voluntad política para tomar lo mejor para el deporte michoacano que merece definitivamente, mucho más apoyo que el mero discurso. Gobernar es presupuestar y por ello, no basta prometer, hay que actuar en consecuencia.

Sus comentarios son bienvenidos en erik.aviles@gmail.com y en Twitter en @Erik_Aviles

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