Hilda Mesa

Toda separación es una posibilidad para replantearse la vida

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La vida no acaba cuando culmina una relación, aún cuando inicialmente tus emociones y creencias te demuestren todo lo contrario.

Las separaciones mueven las bases, te sacan de lo seguro y te lanzan hacia lo desconocido. Generan tristeza, rabia y en algunos casos se activa el látigo de la culpa. Lo importante es que no permitas que la pena y el dolor te arrojen a un abismo sin salida. 

En este momento recordaba a un paciente que me decía que por su mente ha pasado una idea recurrente de quitarse la vida luego de la disolución de su relación de pareja, algo que he escuchado con muchísima frecuencia y realmente es preocupante. 

El problema comienza cuando pones el sentido de tu vida en alguien externo a ti y la verdad por más que intentes controlar, ese otro ser no te pertenece y el amor así como llega, también se puede apagar. Todos por experiencia lo sabemos, en el amor no hay garantías y más cuando se produce un desbalance y te pierdes a ti mismx haciendo el intento de no perder a ese otro ser. 

Así que por más obscura que parezca la noche, recuerda que luego viene el amanecer y el sol vuelve a brillar. Date el permiso de sanar tus heridas y honra tu existencia. 

Y busca acompañamiento terapéutico para procesar el duelo por ruptura.